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Así se lanzará el nuevo Mercedes EQC 2019
El nuevo SUV eléctrico de Mercedes es el primer integrante de la nueva familia EQ. Dejó de ser la promesa concept y ya está a la venta en concesionarios. El Mercedes EQC es una realidad y la producción del vehículo eléctrico ha comenzado. La marca alemana en concesionarios europeos admite pedidos por un precio que parte de 77.425 euros, un importe 4.975 euros menor al precio inicial del Audi e-tron, uno de sus principales rivales.
Al primer integrante de la nueva familia EQ de Mercedes le seguirán la versión eléctrica de la Clase V –la EQV–, y los EQA y EQB en 2020 y 2021, respectivamente, hasta completar una gama de 10 modelos eléctricos en 2023. Con el nuevo Mercedes EQC se marca el camino que tomarán el resto de autos eléctricos de Mercedes, que serán de tracción total –con un motor sobre cada eje–, a excepción de la mencionada EQV.
EL DISEÑO
El EQC presenta muchas similitudes con el concepto que adelantó su llegada pero rompe con lo visto en la marca y luce un diseño propio pero muchos menos arriesgado de lo que se esperaba. De hecho, el propio Jorg Heinermann, jefe de ventas de Mercedes, ha reconocido que el diseño del EQC es mucho más convencional que las propuesta que ofrece el Mercedes GLC, modelo con el que comparte plataforma, y que los futuros modelos ofrecerán un aspecto diferente y más agresivo.
Se lo ve moderno, se reconoce como un Mercedes desde cualquier ángulo, pero desprende un aire quizá demasiado neutro. No es un Mercedes convencional y se aprecia claramente en su zona trasera.
EL INTERIOR
El habitáculo se destaca por una línea muy similar a la vista en el Mercedes Clase A con dos enormes pantallas de 10,25 pulgadas unidas dentro de un mismo marco. El diseño es específico del EQC y seguramente tendrá réplica en próximos 'hermanos eléctricos', con un aire tecnológico muy marcado. Mercedes asegura que se ha trabajado especialmente en el aislamiento acústico, para ofrecer un andar lo más silencioso posible.
Ofrecerá dos líneas de equipamiento: Electric Art y AMG Line. Esta última con acento más deportivo y detalles estéticos propios, que también llegan a su habitáculo en forma de volante AMG achatado o pedalier de aluminio. De serie contará con cosas como asistente activo de distancia –Distronic–, asistente de frenado activo o una función de conducción en retenciones.
El Mercedes EQC se posiciona como uno de los autos más avanzados de la marca, equipa sistemas como el MBUX que ya se ha visto en otros modelos como el Mercedes Clase A. Tiene una instrumentación específica con toda clase de datos –autonomía, estado de carga, flujo energético–, monta asistente por voz 'Hey. Mercedes' y funciones como la preclimatización, que permite tener una temperatura determinada antes de subir al coche o la navegación optimizada EQ, que muestra las estaciones de carga disponibles en el trayecto. Destaca el sistema 'Mercede me Charge', que incorpora función de pago en estaciones de carga para que el usuario establezca las formas de pago más cómoda y se olvide de este asunto en próximas conexiones a tomas de corriente.
LA MECÁNICA
A nivel mecánico, el crossover eléctrico de Mercedes tiene un tren motriz eléctrico compuesto por dos motores, un por eje, que proporcionan una potencia combinada de 408 caballos y 765 Newton metro de par. Con el prototipo, la marca anunció una autonomía de casi 500 kilómetros, que finalmente se quedan en 400 kilómetros en homologación WLTP. La energía para estos motores procede una batería de iones de litio con una capacidad de 80 kilovatios hora cuyo peso alcanza los 650 kilos. Está formada por 384 celdas, disfruta de refrigeración líquida y se ubica bajo el piso del coche. La fabrica Deutsche Accumotive, una filial del Grupo Daimler.
La compañía ha realizado un diseño exhaustivo de todo lo que rodea a la batería y afirma que se han instalado una serie de protecciones para la misma. Cuenta con elementos de deformación en el bastidor y batería para absorber la máxima energía en caso de impacto, junto a una mampara protectora en la parte delantera. Por otro lado, en caso de accidente, el sistema de alto voltaje puede desconectarse automáticamente.
Mercedes ha dado datos sobre el consumo de energía, aunque insiste en que éste depende mucho de la conducción. El EQC acredita un consumo medio de 22,2 kilovatios/hora cada 100 kilómetros en ciclo WLTP, y anuncian una aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora en 5,1 segundos, con una velocidad máxima limitada a 180 kilómetros/hora.
Incorpora un cargador refrigerado por líquido con una potencia de 7,4 kilovatios que se puede enchufar a una toma de corriente doméstica, pero con un Wallbox ofrece cargas tres veces más rápidas. La recarga puede llegar a 110 kilovatios si la toma lo permite, lo que consigue cargar hasta el 80% de la batería en 40 minutos.
El Mercedes EQC presenta cinco modos de conducción: Comfort, ECO, Max Range, Sport e Individual. También se ha desarrollado un curioso sistema que emite impulsos para, por ejemplo, incitar al conductor a dejar de acelerar para realizar un estilo de circulación económico. Además, el modo ECO equipa una función que indica cuándo dejar de acelerar según condiciones de circulación –aproximación a límites de velocidad, cruces o similares–.
La gestión electrónica del grupo propulsor es muy avanzada y puede adecuar el nivel de retención cuando se levanta el pie del acelerador a las condiciones de circulación. Se basa en las necesidades de recuperación de energía según cada situación, aunque también se han instalado unos mandos en el volante para que el conductor elija el nivel de retención. Son unas levas tras el volante, como las de cualquier cambio automático con función secuencial y que parece ser un recurso popular al ser usado también por otras marcas.
LOS PLANES DE MERCEDES
La marca ya ha inició hace meses su plan de reducción de emisiones con la integración de nuevas mecánicas de hibridación suave EQ Boost –semihíbridos de 48 voltios– e híbridos enchufables EQ Power, con modelos como los Mercedes E 300 e y E 300 de.
Como parte de este plan, la marca afrontará una inversión de 20.000 millones en los próximos años para el desarrollo de baterías y una red de carga, y ha llegado a un acuerdo con BMW con el objetivo de que la separación máxima entre cargadores para vehículos eléctricos en toda Europa sea de 400 kilómetros. Asimismo, Mercedes invertirán otros 10.000 millones en el desarrollo de nuevos modelos eléctricos, los cuales estima que supondrán el 25% de sus ventas dentro de cinco años.