Opinión
Matías Rossi y Santiago Urrutia no dejaron dudas en los 200km de Buenos Aires
Con lo que hoy tiene, el TC2000 pudo realizar su carrera más importante de la temporada con un muy buen marco y un clima muy especial para el evento. Faltó pelea en la pista y hubo muchas bajas prematuras. Matías Rossi y Santiago Urrutia fueron imparables con Toyota Corolla Cross.
En un año de refundación, el TC2000 tuvo que afrontar el máximo desafío de la temporada con la edición de su carrera más importante. Los 200km de Buenos Aires volvieron a tener los condimentos que ya en otras ediciones han acompañado a esta competencia histórica y por la que se espera todo el año. Esta vez, con el flamante formato de la categoría con los novedosos modelos SUV, los nuevos y potentes motores cinco cilindros y el nuevo neumático compuesto blando, el espectáculo de velocidad estaba asegurado aunque hubo que sortear muchos escollos.
El cambio del escenario original que era el circuto 8 al 9 en la noche del viernes cerró con la incertidumbre acerca del rendimiento y durabilidad de los motores afectados por problemas con la presión de aceite. Algo parecido ya había pasado, pero en otro contexto y con otros motores en una edición de los 200km de hace algunos años en el circuito 12 con los motores Radical V8. En aquella ocasión no se cambió el circuito.
Con un sábado lluvioso y difícil desde lo meteorológico todo apuntó a tener un buen espectáculo en el circuito 8, que ya había sido utilizado por la categoría en la segunda fecha del campeonato en mayo pasado. La lluvia le agregó más incertidumbre al resultado de la primera carrera, reservada para los invitados. Una especie de Sprint, previo a la Final del domingo para completar los 200km. El joven internacional uruguayo Santiago Urrutia fue el ganador como invitado de Matías Rossi con Toyota Corolla Cross, mientras que tres autos quedaron seriamente dañados tras un inicio accidentado.
El domingo volvió el clima de fiesta, esa esencia que el TC2000 debe recuperar en cada fecha. Ese ambiente que se fue perdiendo con los años por la falta de muchos equipos fuertes y autos. En alguna medida se pudo revivir esa expectativa y el clima de fiesta antes de la largada de la competencia, que en lo deportivo marcaba un formato interesante de dos paradas obligatorias en boxes y en una de elllas con carga de combustible. La carrera no fue brillante, tuvo muchas bajas por problemas mecánicos y los trabajos en boxes con las paradas y cambios de pilotos no tuvieron inconvenientes. Fue de lo mejorcito del domingo, aunque siempre hay cuestiones para mejorar.
En la pista la carrera tuvo un dominador que fue la dupla Rossi-Urrutia con Toyota, con Emiliano Stang y Antonino García como rivales con otro Toyota, junto con Franco Vivian-Rafael Morgenstern con Chevrolet. Los Honda oficiales giraron muy poco y debieron abandonar prematuramente. Tal como se preveía, fue una carrera muy dura. Muchas bajas, pocos arribos en las vueltas y deserciones que dejaron pocos protagonistas en la pista con 42 vueltas por completar.
El TC2000, en un año de reacomodamiento y muy dificultoso en varios aspectos pudo cumplir con los 200km de Buenos Aires. Se las tuvo que arreglar con lo que hoy tiene. El foco ahora deberá estar en la confiabilidad de los autos. Y reforzar la llegada de nuevas unidades en el menor tiempo posible. Con el año en la recta final, el examen del fin de semana con los 200km fue difícil. Tuvo puntos aprobados y otros desaprobados. En los aciertos, reforzar los puntos positivos que sí existen en este nuevo proceso de la categoría. Y en los desaciertos, analizarlos para no repetirlos desde la autocrítica y el aprendizaje que cada tropiezo debe dejar. No es fácil el camino, hay mucho por hacer. Quedó a la vista.
