TC2000
Barrichello: respeito, admiração e humildade
Rubens Barrichello pasó por la Argentina y dejó su sello. El ex F1 fue parte del Súper TC 2000 y en Buenos Aires fue su última carrera. Se fue agradecido y manifestando haber aprendido mucho. Su humildad lo enaltece.
Dicen que hay dos formas de enfrentar la vida: una es con orgullo, creyendo que lo sabes todo, y la otra es con humildad, reconociendo que tienes mucho que aprender. Y Rubens Barrichello, que compartió dos temporadas en el Súper TC 2000, no dejó dudas. Eligió la segunda. El piloto paulista, cuyo recorrido por el mundo del deporte motor fue exitoso, pasó por la Argentina y dejó enseñanza. Dejó humildad. Escucharlo a los casi 50 años de edad decir que está aprendiendo y que todavía tiene mucho por aprender es admirable. Barrichello está lejos de la soberbia. Rubens tiene la humildad de los grandes y eso es súper valorable. Verlo trabajar con las ganas y la dedicación que lo hizo en estos torneos que ya quedaron atrás fue extraordinario. Le puso toda la seriedad a los momentos que lo merecían y toda la alegría a los momentos de relax. Disfrutó cada fecha y nunca se sintió un superior. Trató de aprender de sus compañeros y siempre tuvo los pies sobre a tierra.
Para quienes hicimos boxes en la categoría debemos decir que no sentimos sumamente respetados por quien estuvo casi 20 años en la F1. Supo adaptarse rápidamente a nuestra idiosincrasia y estuvo al pie del cañón cada vez que lo solicitamos. Atendió a todos por igual. Lamentablemente, por la pandemia, el público lo pudo aprovechar muy poco. Pero desde que ellos pudieron regresar a los autódromos fue al que más aplaudieron y al que más buscaron para la foto.
En Buenos Aires fue su última carrera en la categoría y ya no lo tendremos entre nosotros. Se lo va a extrañar. Extrañaremos sus charlas, sus vivencias, sus notas, su simpatía y sus anécdotas. Pero sin ningún tipo de dudas extrañaremos su humildad. La humildad que lo hace grande.