Opinión
Canapino y ese toque divino
Agustín Canapino otra vez se consasgró campeón de Top Race. El joven de tan solo 27 años capturó su corona n° 11en doce años de trayectoria en el automovilismo nacional.
Desde aquel "Gran simulador", apodo que este relator le puso en sus comienzos, por su extraordinario aprendizaje y capacidad para dominar a voluntad el automovilismo virtual, a este "Titán" que de a poco se va transformando en un peso pesado del deporte motor.
Para ser un gran Campeón se necesita manejar bién, conducirse bién, saber elegir la herramienta de trabajo y un toque de fortuna.
Agustín tiene todo esto y un poco más.
Con tan solo recorrer su palmarés uno se encuentra que ya ha cosechado once campeonatos:
2007 - Copa Mégane
2008 - TC Pista
2010 - Turismo Carretera /Top Race
2011, 2012, 2013, 2014, -Top Race
2016- STC2000/ Top Race
2017- Top Race
Además puede ser campeón de TC, tiene excelentes posibilidades, y remotas chances, pero las tiene, también en STC2000.
En síntesis ha salido Campeón en todo lo que ha corrido oficialmente, es decir campeonatos completos, porque tambien corrió como invitado en la Fórmula 3 sudam por una carrera.
Ayer en Paraná ante una nueva definición de campeonato salió a correr como los es, un gran Campeón. Se metió en la pista entrerriana a definir como si fuera el primero de sus campeonatos, en la categoría que lo tiene como dominador absoluto de todas las estadísticas, en la cual se siente como pez en el agua.
Con hambre de un nuevo título corrió con la firme convicción de ganar. Así arrancó logrando una nueva pole, marcando terreno con respecto a su gran rival Mariano Altuna.
No largó bien y eso nos permitió ver los mejores 20 minutos del año ya que fueron vueltas electrizantes con Altuna superándolo y tratando de ir por el campeonato.
La polémica se veía venir. Altuna sabía que su auto era inferior al de Canapino y por eso se excedio en las maniobras defensivas que lo llevaron a cometer un ilícito que le costó el despiste. Por su parte el "Titán" fue para adelante con el respaldo de seis campeonatos ya logrados y con un auto y equipo que son practicamente imbatibles. Canapino se aguantó la primera encerrada y en la segunda dejó el auto puesto y el de Lobería allá fue, cruzando peligrosamente la pista, y terminando sus aspiraciones contra el paredón.
Tranquilamente Canapino pudo haber seguido el mismo camino pero ese toque de fortuna, que solo parecieran tener los elegidos, hizo que el Mercedes n° 1 volviera a la pista, ingresara a boxes, le sacaran el pasto de los radiadores, le cargaran un poco de combustible y lo devolvieran a la carrera como si nada hubiese pasado.
De esta manera el séptimo título en el Top Race era cosa juzgada. Ni siquiera la duda de una resilución post carrera del comisariato deportivo lo perturbó.
Corrió para salir campeón y lo hizo de nuevo.
Sin dudas Agustín Canapino esta llamado a ocupar un lugar en nuestro automovilismo que esta vacante desde hace muchos años cuando el "Maestro" Juan María colgó el casco.
La dupla Canapino- Sportteam me hace acordar, salvando las distancias, a aquella que formaron Traverso-Berta en el glorioso TC2000. Ganaban absolutamente todo con superioridad técnica y muchas veces sin ella.
Párrafo aparte para el equipo que comanda Sergio Polze que una vez más y creo que son como nueve, ocho seguidos, se consagró en Top Race con la técnica de Maxi Juárez y un equipo de trabajo que demuestra en cada carrera el profesionalismo y la dedicación sobre un auto de carreras.
Loable actitud de Mariano Altuna que por su cuenta de twitter reconoció su error, pidió disculpas y felicitó al Campeón.
Agustín Canapino otra vez, algo que se le va haciendo costumbre, gritó Campeón, un piloto de raza, un elegido, un ganador que el automovilismo estaba necesitando.