Internacionales
Ferrari tiene su concept para soñar con Le Mans 2020
Ferrari es competición, historia y leyenda. Y Ferrari, que cuida su pasado ha sabido rendir homenaje a lugares como Monza, la Mille Miglia, Maranello, Fiorano, Italia, y también a nombres como Enzo, Scaglietti, Sergio, para conformar el mito de la marca de 'il cavallino rampante'. A esos nombres merece unirse alguien que contribuyó en la pista y fuera de ella a hacer crecer a Ferrari por el mundo: Luigi Chinetti.
Con la idea de homenajearlo, Ferrari a nombrado así al sensacional concept con el que podría estar en Le Mans 2020. Porque lo que vemos no es un auto de calle, no es otra divagación conceptual sobre un Ferrari, sino un modelo de competición que adquiere dimensiones esculturales en su homenaje y se llama Ferrari 266 Chinetti.
Este modelo es un prototipo de competición pensado para tomar parte en las 24 Horas de Le Mans a partir del año 2020, cuando entre en vigor la nueva normativa que tenga la carrera, y en la que los prototipos basados en hipercoches deben sustituir a la categoría LMP1. Si bien hay muchas dudas sobre la aplicación de estas reglas se esperan grandes nombres del automovilismo mundial, que cuentan ya con modelos que podrían ser la base de esos prototipos: Mercedes-AMG One, Aston Martin Valkyrie. Ferrari debería estar ahí. Y este podría ser su auto.
Es muy interesante lo que este modelo ofrece. Para empezar, se recuperó la denominación numérica derivada de la capacidad de cada cilindro: 266. Porque el Chinetti contaría con un motor híbrido de 1.6 litros V6, similar al que se usa en la actualidad en la F1, por lo que cada cilindro tiene ese cubicaje. Así se designaron muchos modelos de la marca, como a título de ejemplo el 250 GTO.
El un auto muy singular porque muchos de sus elementos quedan a la vista, especialmente en la parte trasera, donde se muestran los triángulos de la suspensión 'push rod' y otros dispositivos estructurales. También se ven en la delantera –en este caso 'pull rod'-, y en general, deja a las claras que esto no es un Ferrari para pasear por Montecarlo: es un monoplaza con elementos carrozados para participar en pruebas de resistencia, pero poco más. De hecho, aunque en el habitáculo –desprovisto de todo lujo y con volante tipo F1 extraíble– hay hueco para dos asientos, el 266 Chinetti es un monoplaza. Para acceder a él, la superficie acristalada que hace las veces de parabrisas y techo se abre hacia adelante, como en un caza de aviación.
Cada ángulo está pensado para aprovechar al máximo las posibilidades del viento y generar apoyo, carga aerodinámica y la menor resistencia al aire posible. Comenzando por el frontal, con una afilada trompa bajo el cual se integra un alerón de grandes dimensiones. Observamos un gran hueco central creado por dos pilares, a cuyos lados se disponen tres planos: el inferior, un splitter que sobresale por delante del frontal propiamente dicho, sobre el que aparece un ala en dos planos. Justo cuando acaban, dos túneles permiten la canalización del aire hacia los laterales inferiores del auto, ayudando a la refrigeración de los frenos en su camino. Precisamente en las ruedas encontramos tuercas sopladas y un diseño en la llanta que ayuda al calentamiento de los neumáticos. En la vista lateral, además de algunos derivadores de flujo, vemos que la cabina está como flotando en el aire: debajo hay un generoso hueco, y su disposición inclinada permite que su perfil mismo sirva de elemento aerodinámico, a través del cual el aire se canaliza.
Cada elemento se encuentra relacionado con los demás, dotando de vida al conjunto. Por ejemplo, los afilados pasos de rueda que se reflejan delante y detrás como espejos. O los pilares que nacen de la cabina para atrapar a la parte trasera y generar el conjunto como un todo. La cabina es casi una obra de arte gótico pensada para las carreras. Y luego, la sutileza de los faros delanteros y el aire tradicional de los faros traseros, que conforman un círculo pero en diversos planos. Y para completar el color dorado de las llantas que nos traslada a tantos modelos de competición del pasado.
La Ferrari 266 Chinetti es el homenaje más merecido para un hombre capital en la historia de Ferrari. No lo es por el nombre, sino por la victoria que se anuncia en cada milímetro del auto.
¿QUIEN FUE LUIGI CHINETTI?
Luigi Chinetti fue, primero de todo, un enorme piloto. El italiano, emigrado a Estados Unidos al comenzar la Segunda Guerra Mundial, ya tenía en su haber dos triunfos en las 24 Horas de Le Mans de 1932 y 1933. Pero lo que hizo en 1949 pasaría al nivel de los grandes días del automovilismo mundial. Seguramente Ferrari no quería participar en la carrera, dubitativo sobre la fiabilidad de sus recién creados productos. Sabía que Le Mans era la prueba más dura, y no quería ver cómo su marca, con sólo dos años de vida, recibía un duro revés. Así que los dos Ferrari inscriptos lo eran de modo privado. En uno de ellos, el marcado con el número 22, un Ferrari 166MM, chasis 0008M, anotado privadamente por Lord Selsdon –Peter Mitchell-Thompson, II Baron Selsdon–, manejaría Chinetti, de 48 años, acompañado por el propio Lord Selsdon. Pero este tuvo una indisposición estomacal, lo que llevó a Chinetti a manejar durante 23 horas y media, cediendo apenas por media hora el volante. Desde la novena hora de la carrera, fue líder. Venció, y dio a Ferrari la primera victoria en la gran carrera mundial.
Chinetti dejó el volante y se convirtió en el primer –y durante mucho tiempo único– importador oficial de Ferrari en Estados Unidos. Junto a ello, creó una división de carreras de su empresa, la North American Racing Team, conocida por sus iniciales: NART. Con ella competía en el continente americano, sobre todo con modelos Ferrari de primer nivel, y fue bajo este blasón que John Surtees logró su campeonato del mundo de F1 en 1964 en el Gran Premio de México, con aquellos famosos Ferrari azules y blancos. Pero también participaba en Le Mans. Y allí es donde, en el año 1965, se cerró el círculo de la marca, la prueba y Chinetti. Con un Ferrari 275LM, chasis 5893, número 21, pilotado por Jochen Rindt y Masten Gregory, el equipo de Luigi Chinetti entregaba a Ferrari la que, hasta hoy, es su última victoria absoluta en La Sarthe.
Fuente: soymotor