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Las rutas del futuro recargarán autos eléctricos mientras circulan
El mundo de la movilidad avanza sin tropiezos hacia la electrificación. En Argentina paulatinamente se empieza a abrir el mercado para unidades eléctricas, pero aún estamos a años luz de distancia de los países más avanzados.
La autonomía, la velocidad de recarga y la disponibilidad de infraestructura de recarga son algunas de las cuestiones que todavía frenan a muchos usuarios a dar el gran paso hacia la electromovilidad
Conscientes del gran impacto que tiene el uso de combustibles fósiles en el planeta Tierra, durante los últimos años la electrificación se ha establecido como la vía principal para llegar hacia una movilidad más ecológica y libre de emisiones. A día de hoy, el interés por estos automóviles que no emiten contaminantes ni ruido está en auge, pero aún les queda un largo camino para convertirse en la primera forma de movilidad, incluso en el mundo desarrollado.
A la hora de valorar la adquisición de un vehículo eléctrico, hay una serie de cuestiones que todavía frenan a muchos usuarios a dar el gran paso. Estas son la autonomía, la velocidad de recarga y la disponibilidad de infraestructura de recarga. Está claro que no es lo mismo parar a cargar un tanque de nafta de un auto y tardar 3 minutos para llenarlo, que hacerlo con un automóvil eléctrico, aunque sea en un punto de recarga ultra rápida.
Es cierto que, a medida que el mercado eléctrico crece, los fabricantes ofrecen más soluciones para la carga de estos vehículos, sobre todo a nivel particular, y variando según las marcas, pero el tiempo que se destina durante el proceso sigue siendo muy elevado y limitado si nuestro propósito es recorrer muchos kilómetros.
La gran novedad con los últimos avances radica en la tecnología de inducción dinámica que contempla recargar la batería de los autos eléctricos mientras circulan.
Lo ideal es que, igual que se puedes utilizar un móvil mientras se carga, se pudiera hacer lo mismo con un auto, pero sin cables de por medio: recargar la batería mientras se circula y así aumentar su autonomía y poder hacer más kilómetros sin parar a cargar.
Si bien es cierto que durante los últimos años las baterías han dado un salto tecnológico que ha permitido a los fabricantes aumentar su autonomía y la velocidad de carga, esta solución supondría un gran avance para la implantación de la movilidad eléctrica en nuestra sociedad. Nos referimos a la recarga por inducción dinámica, la recarga del futuro, y la buena noticia es que no se trata de un concepto sacado de la ciencia ficción. Sin ir más lejos de la realidad, la marca automovilística Renault desde el año 2012 está participando en proyectos de investigación para el desarrollo de esta tecnología.
La carga por inducción dinámica contempla integrar en las rutas bobinas emisoras de electricidad que se encarguen de cargar a los vehículos eléctricos que circulen por encima suyo. De esta forma, no solo los conductores se ahorrarán tener que depender de las estaciones de carga, sino que además los fabricantes no deberán centrar sus esfuerzos en diseñar baterías de cada vez más alta capacidad.
En mayo de 2017, en el marco del proyecto europeo FABRIC, Renault realizó un ensayo en una pista de pruebas habilitada en Satory (Francia), que permitía a dos Renault Kangoo Z.E. recargar sus baterías circulando de forma simultánea a una velocidad de 100 km/h con una potencia de carga de hasta 20 kW.
Aunque por momento es solo un concepto, los fabricantes ya empiezan a testar este tipo de soluciones que marcaran el camino hacia el futuro de la electromovilidad. Ejemplo de ello es Suecia, que desde hace unos años trabaja en la conversión de las rutas en fuentes de alimentación de energía para vehículos eléctricos. Su propuesta recibió el nombre de eRoadArlanda y se trata de un tramo de dos kilómetros ubicado entre el aeropuerto Arlanda de Estocolmo y un enclave de logística que incorpora un raíl electrificado en el que los vehículos que pasan se encajan a través de un brazo móvil.
Mientras el auto o camión circula por él, no gasta la energía de su batería. Obviamente, este proyecto requiere de ejemplares adaptados específicamente para su uso, ya que los modelos eléctricos actuales carecen del citado brazo.
Otro ejemplo es el de Alemania, donde el grupo tecnológico e industrial Siemens estrenó el proyecto "Elisa", un sistema que permite que una red de camiones híbridos, equipados con un pantógrafo en la parte superior de la cabina, puedan conectarse a una línea de catenaria colocada en la autopista para poder extraer energía eléctrica y cargar las baterías que los propulsan.
En ambos casos, la recarga se hace con el vehículo en marcha, pero no de forma inalámbrica (inducción), por lo que es necesario que se instale equipación e infraestructura específica para que se produzca la transmisión de electricidad.
Es probable que aún falten unos años para que esta tecnología sea una realidad, pero, por el momento, ya hay pruebas que nos acercan más a ese futuro. Según explica Renault, para 2022, la isla de Gotland en Suecia, contará con una ruta con carga inductiva dinámica de alrededor de 1,6 km, que suministrará electricidad a los autobuses y camiones eléctricos que se desplacen entre el aeropuerto y el centro de Visby, la capital de la isla.