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MOTOGP Y EL RECUERDO DE AQUEL FIN DE SEMANA DE FURIA
Hace casi un año, el GP de la República Argentina de Motogp fue un verdadero fin de semana de furia. El saldo negativo de aquel Gran Premio fue el renacer del antagonismo existente entre Valentino Rossi y Marc Márquez. Valentino ha sido desde siempre el niño mimado de la afición mundial y amado apasionadamente por los fanáticos argentinos. No hay ninguna duda Argentina es tierra Rossista. Las derribadas de bowling que provocara Márquez en Termas de Río Hondo profundizaron aún más, la grieta entre la afición de Rossi y la marquista.
Varios capítulos podríamos redactar de lo que representa la revolucionaria llegada de Marc Márquez al campeonato del mundo. Casi la totalidad de los medios especializados lo describen como el piloto más rápido de la historia. Es el único miembro de la parrilla que podría llegar a partir desde el último lugar y ganar una carrera en cualquier escenario del calendario. Ya lo demostró en 2012 tras su despedida de Moto2, en aquella jornada histórica en Valencia.
UNA FINAL CASI BIZARRA
La última final de la categoría Motogp en Termas de Río Hondo presentó un escenario bizarro con una parrilla con doble partidor. Delante, el australiano Jack Miller quien se había jugado por neumáticos para seco y 17 metros detrás, sus rivales quienes habían ingresado repentinamente a boxes para reemplazar sus neumáticos de lluvia por los slick. Una imagen grotesca que recorrió el mundo.
Sin embargo, para Marc Márquez -Repsol Honda-la agonía no terminaba allí. Su moto se paró instantes previos a la largada y debió acomodarla manualmente en su cajón de partida. El campeón del mundo era sancionado por esta acción con el procedimiento de Ride Through (penalización para un piloto de paso obligado por el carril de boxes). Cumplido el requerimiento Márquez quedó prácticamente último.
UNA GESTA ÉPICA IMPLICA HACERLA CON HONOR
Esta claro que el piloto oriundo de Cervera, nunca ha sido proclive al conformismo. Se sabe que no es su característica la especulación. Eso no esta en la idiosincrasia de Márquez. Por ello, en su ideario el Gran Premio de Argentina se trataba de una oportunidad. La de intentar realizar una “épica” que consistía en superar a más de 20 pilotos en un circuito lavado con poca adherencia para realizar semejante remontada. Si, a las claras una ambición desmesurada. La apilada la logró dejando un tendal de caídos y pedidos de disculpas que lo pusieron en evidencia. Llegó hasta la posición de Valentino quien sería su última victima.
Márquez es Márquez. Esta claro que su ímpetu y saberse con un ritmo demoledor alimento su objetivo de llegar a pelear con el top 5 de ese Gran Premio. Pero el método utilizado quedó en discusión. Sin justificar a Márquez, si abriéramos el cajón de los caídos por Rossi encontraríamos las fotos de Sete Gibernau, Max Biaggi, Jorge Lorenzo, Casey Stoner y mas…
El cierre de lo que debió ser una fiesta en Argentina quedó empañado por declaraciones cruzadas en el paddock y el desplante de Uccio Salucci, escudero de Rossi, a Alberto Puig y Márquez cuando intentaban un pedido de disculpas. Esto fue el corolario de un fin de semana de locura, donde el morbo ganó la parada una vez más, dejando al olvido a los 3 verdaderos protagonistas del podio: Cal Crutchlow, Zarco y Rins.
Foto: elespañol.com
