TC2000
Palermo: el "otro" callejero de Buenos Aires del Súper TC2000
En 2012 el circuito callejero se levantó por única vez en la avenida 9 de Julio como punto central, ligar que no se pudo volver a utilizar por las obras del Metrobus. Por eso para 2013 se decidió hacerlo en la zona aledaña al Automóvil Club Argentinio y Facultad de Derecho.
El sector de boxes estuvo en la avenida del Libertador, y el dibujo comprendía las calles Udaondo, Tagle, Figueroa Alcorta, Pueyrredón, Ayacucho con todo el perímetro cercado con los muretes medio New Jersey, de varias toneladas de peso, que hizo fabricar el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Tanto organizadores como los pilotos, tenían algunas dudas con referencia al ángulo de cierre de la chicana ubicada en la avenida Pueyrredón; sobre todo en la salida de la misma. Fue por ello que en la habitual reunión de los pilotos se determinó que después de la evaluación en las dos primeras pruebas, se obraba en consecuencia. Por supuesto que los Comisarios Deportivos que tienen a cargo el contralor de la competencia, pidieron sobre todo respeto entre los competidores. Se sabe que en cualquier callejero del mundo, correr entre muros no es tarea fácil y que cualquier roce o choque, puede derivar en consecuencias a veces impredecibles.
El "otro" callejero de Buenos Aires que el Súper TC2000 eligió para realizar la apertura de su temporada 2013 resultó un circuito diferente al de 2012 lógicamente desde su dibujo, pero también desde el ecosistema que lo rodea, ya que cambió a un ícono de la ciudad como el Obelisco, y otro lugar emblemático como la Plaza de Mayo, por un contexto más amplio y arbolado como el del barrio de Recoleta, comprendido entre las avenidas Del Libertador y Figueroa Alcorta, y la calle Tagle.
El poder de convocatoria de los poderosos motores V8 de la divisional fue similar al del año anterior, y fue particular la 'foto' de la av. Figueroa Alcorta, la calle Tagle, Ayacucho, Pueyrredón. En esos lugares tan transitados a diario, corrió el Super TC2000 a más de 240 km/h en sentido contrario al habitual para disfrute de la multitud.
PRIMER COMPROMISO CON CAMBIOS
Para la categoría además fue un año con camibios imporantes en los equipos. El campeón 2012 José María López, había dejado el equipo Ford YPF-Haz y se presentó de estreno con Fiat Línea oficial que no ha rodado ni un metro; lo mismo el de su nuevo compañero Facundo Ardusso. En Peugeot al partir Ardusso llegó Mariano Altuna para sumarse a Néstor Girolami y Matías Muñoz Marchesi. También en Renault hubo cambios, por Altuna entró Fabián Yannantuoni manteniéndose Ortelli, Spataro y Pernía. Con la asistencia de Pro Racing, Chevrolet estuvo con Agustín Canapino, Franco Vivian y Franco Girolami.
Toyota mantuvo los mismos Corolla y el fuerte dúo compuesto por Matías Rossi y Mariano Werner y entre los que han cambiado su plantel de pilotos, estuvo el Honda Petrobras con Christian Ledesma, Ricardo Risatti y Damián Fineschi.
Mario Altuna , el piloto de Lobería del Peugeot Cobra Team marcó el mejor tiempo en la clasificación con 1m. 12s. 273/1000, a 138,4 km/h. Los diez primeros puestos de la clasificación del sábado se completaron con: José María "Pechito" López (Fiat Línea); Facundo Ardusso (Fiat Línea); Néstor Girolami (Peugeot 408); Leonel Pernía (Renault Fluence); Emiliano Spataro (Renault Fluence); Christian Ledesma (Honda); Guillermo Ortelli (Renault Fluence); Matías Rossi (Toyota) y Fabián Yannantuoni (Renault Fluence).
LA CARRERAEl santafesino Facundo Ardusso con Fiat Línea ganó la primera y única edición del Callejero de Palermo en Buenos Aires, competencia que inició el calendario del Súper TC 2000 de 2013. Además fue su primer éxito en la categoría, que años después lo tuvo como bicampeón con Renault Fluence en 2017 y 2018.
Fue una carrera accidentada, con numerosos golpes y muchos autos dañados producto de un circuito trabado, completaron el podio Néstor Girolami, a bordo de un Peugeot, y Christian Ledesma, piloto del equipo Honda.
Más atrás llegaron Leonel Pernía (Renault), Guillermo Ortelli (Renault), Ricardo Risatti (Honda), Mariano Werner (Toyota), Bernardo Llaver (Toyota), Franco Vivian (Chevrolet) e Ignacio Char (Ford). Mariano Altuna (Peugeot), dueño de la Pole position lograda el sábado, había picado en punta pero le duró poco porque antes del primer giro tuvo fallas en su motor y debió abandonar el trazado de 2.780 metros.
En la misma vuelta, el referente de Chevrolet, Agustín Canapino, también desertó por la rotura de un palier. El cordobés José María López (Fiat) heredó la punta pero en el cuarto giro se rompió un tensor de la suspensión trasera y le dejó el liderazgo a su compañero de equipo, Ardusso.
El santafesino, seguido por el cordobés Néstor Girolami (Peugeot), supo cuidar muy bien su puesto, mientras los pilotos del equipo Renault, Emiliano Spataro, Guillermo Ortelli y Leonel Pernía, peleaban a brazo partido para llegar a la vanguardia. El marplatense Ledesma, que había largado en el séptimo lugar con su Honda, escaló posiciones y, lejos de entrar en algún roce, se afianzó en la carrera hasta el final.
En la telonera TC 2000 se impuso Matías Milla (Fiat), escoltado por Federico Ensslin (Peugeot) y Julián Santero (Renault); en tanto que en la Fiat Competizione el ganador fue Hugo Ballester.
EXPERIENCIA "FANTÁSTICA"
"A diferencia del año pasado, aquí hay más lugares de sobrepaso. El dibujo es muy técnico, especialmente en el sector de la chicana (avenidas Del Libertador y Pueyrredón) y si bien hay ondulaciones, ésa es una característica propia de los trazados urbanos", explicó el ganador de la carrera, Facundo Ardusso (Fiat).
El perímetro externo del circuito, estuvo totalmente ocupado por el público. Gente parada en las escalinatas de la Facultad de Derecho cual popular futbolera y otros alternando el picnic dominguero con el show fierrero cerca del monumento de Alvear. El sector interno, donde se emplazó el sector de boxes, estuvo mezclado con tribunas corporativas y sitios destinados a la recepción de invitados. Y arriba, en los balcones, cientos de curiosos (algunos en bata y mate en mano) disfrutando de una posición privilegiada, donde advertían la sensación de los autos a fondo con una panorámica fabulosa.
Fueron vivencias de una fecha inigualable e incomparable para el automovilismo argentino. Porque si bien este Callejero trae a la memoria la realización anterior del Obelisco, ha sido un evento único y fuera de lo común. Es la mística de un trazado urbano lo que despierta, lo que genera, lo que atrapa, y lo que convoca. El Súper TC2000 lo logró en dos ediciones consecutivas, por las calles de Buenos Aires. ¿Cómo olvidarlo?