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Salud y bienestar: 5 estiramientos clave para hacer después de la oficina
Pasar ocho horas o más sentado frente a una computadora es la norma para muchos. La falta de movimiento, la mala postura y la tensión acumulada se convierten en la fórmula perfecta para dolores de cuello, hombros y espalda. El cuerpo humano no está diseñado para el sedentarismo, y sus consecuencias se sienten al final del día: rigidez, pesadez y, en algunos casos, un dolor persistente.

Pero no todo está perdido. Dedicar unos pocos minutos a estirar el cuerpo puede hacer una gran diferencia. Estos ejercicios no solo alivian la tensión muscular, sino que también mejoran la circulación, aumentan la flexibilidad y te ayudan a desconectar del estrés laboral. No necesitás un gimnasio ni ropa especial; solo un pequeño espacio y la intención de cuidarte.
A continuación, te mostramos cinco estiramientos sencillos y efectivos para liberar la tensión acumulada después de una larga jornada de trabajo.
1. Estiramiento de cuello y hombros
El cuello y los hombros son las zonas que más sufren la mala postura. Sentís esa pesadez como si llevaras un peso extra encima. Este estiramiento ayuda a liberar esa carga.
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Cómo hacerlo: Sentate con la espalda recta. Incliná la cabeza lentamente hacia el hombro derecho, sintiendo el estiramiento en el lado izquierdo del cuello. Usá tu mano derecha para aplicar una suave presión sobre la cabeza, sin forzar. Mantené la posición durante 20-30 segundos. Soltá lentamente y repetí del otro lado. Para los hombros, levantá los brazos y entrelazá los dedos. Con las palmas hacia arriba, empujá suavemente hacia el techo, estirando toda la columna. Hacé círculos con los hombros hacia adelante y hacia atrás para soltar la rigidez.
2. Estiramiento de espalda baja y caderas
Estar sentado por mucho tiempo acorta los músculos de la espalda baja y los flexores de la cadera. Esto puede llevar a un dolor crónico y a una mala postura. Este ejercicio es un salvavidas para la zona lumbar.
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Cómo hacerlo: En el suelo, arrodillate sobre una colchoneta y sentate sobre tus talones. Incliná el torso hacia adelante, estirando los brazos hacia el frente lo más que puedas, hasta que tu frente descanse sobre el piso o la colchoneta. Sentí cómo se estira toda tu columna. Si te es cómodo, balanceate suavemente de lado a lado para masajear la zona lumbar. Si no podés sentarte sobre tus talones, podés doblar un poco las rodillas.
3. Estiramiento de pecho
Tener los hombros encorvados es una posición común al usar la computadora. Esto acorta los músculos del pecho y debilita la espalda. Al estirar el pecho, podés corregir la postura y abrir la caja torácica.
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Cómo hacerlo: Párate en la puerta de una habitación. Colocá tus antebrazos en el marco de la puerta, con los codos doblados en un ángulo de 90 grados. Dá un pequeño paso hacia adelante, sintiendo el estiramiento en el pecho. Mantené la posición durante 30 segundos, respirando profundamente. Si sentís más comodidad, podés subir un poco más los brazos o bajarlos para encontrar el punto justo de estiramiento.
4. Estiramiento de isquiotibiales (la parte posterior de los muslos)
Sentarse contrae los músculos de las piernas, especialmente los isquiotibiales. Esto puede afectar la forma en que caminamos y puede contribuir al dolor de espalda.
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Cómo hacerlo: Sentate en el borde de una silla. Estirá una pierna hacia adelante, con el talón apoyado en el suelo y los dedos del pie apuntando hacia arriba. Mantené la espalda recta e incliná el torso hacia adelante, sintiendo el estiramiento en la parte posterior de la pierna. No curves la espalda para no lastimarte. Mantené la posición durante 20-30 segundos y repetí con la otra pierna. También podés hacer este estiramiento de pie, apoyando tu talón sobre una silla o un escalón bajo.
5. Estiramiento de muñecas y antebrazos
El uso constante del mouse y el teclado puede generar tensión en las muñecas y los antebrazos, lo que a largo plazo puede llevar a problemas como el síndrome del túnel carpiano.
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Cómo hacerlo: Estirá un brazo hacia adelante, con la palma de la mano hacia afuera y los dedos apuntando hacia el suelo. Con tu otra mano, empujá suavemente los dedos hacia vos hasta que sientas un estiramiento en el antebrazo. Mantené por 15-20 segundos y repetí con la otra mano. Luego, hacé lo mismo, pero con la palma de la mano hacia abajo y los dedos apuntando al suelo. Este ejercicio es muy importante para la prevención.
Un hábito que transforma tu salud
Incorporar estos estiramientos a tu rutina diaria no te llevará más de 10-15 minutos, pero los beneficios son enormes. No solo aliviarás el dolor físico, sino que también mejorarás tu estado de ánimo, ya que el ejercicio consciente ayuda a liberar endorfinas y a reducir el estrés.
No lo pienses como una obligación, sino como un momento de autocuidado. Podés hacerlo apenas llegás a casa o incluso en pequeñas pausas durante tu jornada laboral. Escuchá a tu cuerpo, no fuerces los estiramientos hasta sentir dolor y respirá profundamente para maximizar los beneficios. Tu cuerpo es tu herramienta de trabajo, cuidarlo es la mejor inversión que podés hacer.