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Subastaron la mayor colección privada de Ford Clásicos
Se trata de la mayor colección privada de Ford Clasicos del mundo. Un Ford B, descapotable 1905 se vendió por 419 mil euros, y fue el modelo más caro vendido en la increíble subasta de la mayor colecciòn privada de Ford clásicos del mundo realizada el mes pasado en Holanda. No todos los días sale a subasta un Ford clásico y, menos, un lote de 220, que incluye modelos A y T hasta Station Wagon con paneles de madera y autobuses vintage.
Esta impresionante colección de vehículos –reconocida como la mayor colección privada de Ford Clásicos del mundo– conformaba el museo Den Hartogh, una obra de amor de 50 años para Piet den Hartogh, en Holanda.
El amor de Piet por Ford comenzó después de que su padre compró un modelo T en 1924. Más tarde, como adulto, él mismo compró coches, autobuses y furgonetas de todo el mundo, incluyendo una furgoneta de venta de palomitas de maíz, un quitanieve de la policía y un camión que utilizaba madera como combustible.
Lamentablemente, Piet falleció en 2010 y el museo cerró sus puertas al público hace dos años. La familia pensó en poner toda la colección a subasta, con la idea de que estos preciados vehículos encontraran nuevos hogares en los que pudieran ser tan apreciados como lo fueron en el museo. "Sin papá, no es lo mismo", cuenta Pieter den Hartogh, hijo de Piet.
La colección completa fue subastada por Bonhams en Hillegom el 23 de junio. Todos los vehículos que se ofrecieron se vendieron durante la subasta de 10 horas, con ofertas de todo el mundo. El total de las ventas sumó 6.157.353 euros.
El intercambio de pujas más intenso lo protagonizó un Ford modelo B descapotable de 1905, que se vendió por 419.750 euros, más de siete veces su valor estimado, lo que marcó un precio récord mundial.
"Estamos asombrados por el resultado. Una subasta con un 100 por ciento de ventas es algo poco frecuente, especialmente si tiene tan grande cantidad de lotes. Ha sido un placer poder encontrar nuevos propietarios para vehículos que habían sido conservados con cariño durante tanto tiempo", contó Rupert Banner, director de motor del grupo Bonhams y uno de los subastadores.
"Mi padre era un hombre apasionado y quería compartir esta pasión con todos. Todos los coches eran una gran parte de nuestras vidas", enfatizó Pieter tras la subasta..