Mobility Hub
Auspiciado por
E-Tech: así son los nuevos motores híbridos de Renault
La carrera de la tecnología híbrida está en marcha desde hace algunos años, y las principales marcas mundiales no descansan en los desarrollos. En Europa, por ejemplo, la competencia entre automotrices por la hibridación está llamada a liderar los motores de combustión dada la cada vez más estricta normativa anticontaminación. En este sentido cada marca adopta una denominación diferente. En el caso de Renault se llama E-Tech y nació del motor híbrido utilizado en la Fórmula 1 desde 2014, cuando se hizo obligado su uso por reglamento.
El objetivo de esta tecnología se basa en conseguir la máxima eficiencia tanto a la hora de recuperar energía como cuando hay que utilizarla de nuevo. En los modelos Renault E-Tech, como se ve en la foto de tapa de esta nota con un Clío híbrido, esta energía puede emplearse para ayudar a mover al motor térmico al acelerar, o para garantizar un rodaje en modo 100% eléctrico –siempre que las condiciones lo permitan– durante el mayor número posible de kilómetros.
Renault afirma que esta tecnología está diseñada como una auténtica motorización híbrida multimodo (y no como un motor térmico electrificado), algo que establece diferencias. Estas son sus principales claves:
1.- Dos motores eléctricos como apoyo al propulsor de combustión
La motorización Renault E-Teche, tanto en su variante híbrida como híbrida enchufable es heredera de la que se presentó en el concept Eolab en 2014. Utiliza un bloque de nafta atmosférico de 1.6 litros y dos motores eléctricos de alta tensión, uno principal más potente, y otro de tipo HSG (High-Voltage Starter Generator) que puede hacer las veces de generador o de motor de arranque.
La asociación de los dos motores eléctricos con el térmico y una innovadora caja de velocidades sin embrague permite hasta 15 combinaciones de funcionamiento, que el sistema es capaz de elegir de forma automática según la situación y con la premisa de optimizar al máximo las emisiones y conseguir cierto agrado de conducción.
La ausencia de embrague permite iniciar siempre la marcha en modo 100% eléctrico, sin recurrir al motor térmico. Esto supone un ahorro de combustible y proporciona un arranque instantáneo, al aprovechar la ventaja de los motores eléctricos en cuanto a su capacidad para entregar el par de forma inmediata. Asimismo, la arquitectura permite combinar las virtudes de los distintos tipos de hibridación posibles (serie, paralela y serie-paralela), ya que los motores pueden funcionar de forma independiente o conjunta. El sistema selecciona la intervención de los motores eléctricos y su aporte, tanto en función de las necesidades de aceleración como en base a las oportunidades de regeneración que presente la batería.
2.- La caja de velocidades multimodo sin embrague
La avanzada caja de velocidades multimodo sin embrague es una innovación de Renault que permite reducir las interrupciones de entrega de potencia durante los cambios de marcha, lo que favorece el confort de conducción gracias a su mayor suavidad, además de contribuir a la eficiencia por su compacidad y menores rozamientos y fuerzas internas.
Su clave de funcionamiento es un motor eléctrico de tipo HSG integrado en el sistema E-Tech, que se utiliza para poner en marcha el motor de combustión e igualar su velocidad de giro a la de transmisión, lo que permite prescindir de una caja de velocidades convencional. El conjunto del sistema híbrido en el Clio E-TECH, por ejemplo, apenas tiene un sobrepeso de 10 kg respecto a un Clio dCi 115.
3.- La batería y el sistema de recuperación de energía: máxima autonomía en modo eléctrico
En función del tipo de motorización híbrida se utiliza una batería de diferente capacidad. Esta tecnología E-Tech permite optimizar al máximo la energía mediante la regeneración en las fases de deceleración, en la que el motor eléctrico principal funciona como generador y recupera energía cinética para transformarla en eléctrica, que se almacena en la batería. El conductor puede elegir un modo “Brake” (B) en la palanca de cambios para una mayor desaceleración y, por lo tanto, mayor recuperación de energía.
Asimismo, mediante el frenado regenerativo, el motor eléctrico aporta un complemento de deceleración al sistema hidráulico de frenos y, al mismo tiempo, recupera energía sobrante y la reenvía a la batería, siempre dentro de su límite de capacidad de almacenamiento.