Opinión
¿Carreras largas si, carreras largas no?
"Le necesidad tiene cara de hereje" señala el dicho popular. Muchas veces lo aplicamos cuando aparecen cambios importantes en los formatos del automovilismo actual que de a poco empieza a mover sus estructuras de años para adecuarse a nuevos tiempos y acomodarse a nuevas necesidades. La realización de una carrera de larga duración por parte del TC se inscribió en la línea de cambiar los gastados formatos por otros que pueden ser más atractivos para el público presente y más que nada el televisivo. No siempre se tiene la certeza del acierto en este tipo de ensayos. El TC 2000 en su momento, luego el Súper TC 2000 y también el Top Race dieron el paso inicial con los cambios grandes que ahora acompaña el TC con carreras de largo aliento. Con habituales finales que a veces no llegan a los 40 minutos, ver una carrera que tenga 200 kilómetros, 70 minutos o como en Olavarría supere las 3 horas es toda una novedad en el automovilismo argentino. La apuesta de TC estuvo bien. Con altibajos, salió una entretenida carrera que tendrá que pulir detalles pero que en líneas generales fue aceptada por la gente. Lo mismo ocurrió con las experiencias del Súper TC 2000 y Top Race que el año pasado mejoró la calidad de sus carreras con la final de 70 minutos y cambios de gomas y carga de nafta.
El debate entonces apunta a la continuidad de este tipo de carreras que ponen a prueba tanto a los equipos como a los pilotos. También es un desafío gigante para realizarla en un circuito adecuado y con un sistema de seguridad en boxes y pista que se adapten a las exigencias de una carrera fuera de lo normal.
La experiencia del TC 2000 y Súper TC 2000 con los '200 kilómetros' es exitosa. Es la carrera de mayor prestigio en la Argentina, entre otras cosas, por la calidad de sus pilotos invitados. Ha sido una apuesta positiva y se realiza una vez al año.
Top Race desde la temporada pasada también tuvo su acierto. Mas allá de algunos detalles que fueron mejorando como las cargas de nafta obligatorias el formato de carrera larga resultó muy interesante con un sólo piloto. Lo hace este año en la mitad de sus fechas y ha sido un paso adelante en su formato.
Lo del TC también fue bueno. El tema es la continuidad. Todas las carreras largas tienen que tener pelea porque van siempre camino al aburrimiento si son muy largas. Si está bien televisada puede que la magia de las cámaras ayuden a hacerla más digerible, pero para el público es otra cosa. Otras experiencias del TC como carreras de 'Dos horas' y cambio de pilotos fueron buenas pero dejaron de hacerse porque se desinflaban y perdían interés. Ese es el principal riesgo que se corre. Por eso lo ideal sería que los '500 kilómetros' crezcan sin endulzarse con proyectos similares. A fuerza de ser sinceros en Argentina no hay fanáticos de carreras tan extensas y una carrera de resistencia es más que nada una prueba y un intento de cambio.
El desafío es mantener la idea, promoverla y mejorarla, pero sin dejar de soslayar que el público recibe muy bien a estas carreras especiales y es fácil que se canse y se desinterese si se repiten como fórmula de los nuevos tiempos. Todo en su justa medida...