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Auspiciado por
Koenigsegg, el auto de carreras que nunca corrió
Koenigsegg es una marca muy particular y tiene un único auto de carreras llamado CCGT, solo hay uno en el mundo, y nunca pudo correr
En la industria del automóvil y sobe todo en autos de competición hay millones de historias.
Muchas marcas y modelos que fueron diseñados para competición pero sin embargo no pudieron alzanzar el objetivo.
Es el caso de Koenigsegg, una de esas marcas que a pesar de tener alguno de los hypercar más rápidos del mundo, nunca logró competir en circuitos, algo que el fundador Christian von Koenigsegg no planea cambiar en el corto plazo.
A mediados de la década de los 2000, la compañía tenía la ambición de competir en GT1 y construyó un auto a modo de prueba adaptándose al reglamento existente en ese momento.
Pero pasó el tiempo y las reglas cambiaron antes de que el prototipo comenzara a correr, por lo que los sueños de Le Mans de Koenigsegg terminaron con un solo modelo.
El auto en cuestión estuvo en manos de un solo propietario privado desde entonces, y ahora se pone a la venta.
El único CCGT se construyó para la antigua categoría GT1, la clase en la que competían coches de la talle del Corvette C6, Aston Martin DB9, Ferrari 550 y Saleen S7 en sus breves días de gloria.
El único coche terminado no corrió hasta que finalmente se vendió a un propietario privado, que solo lo usó para lo que la lista de subastas de Bonham llama "exhibiciones ocasionales".
El particular auto está listado para ser vendido en el Goodwood Festival of Speed a finales de este mes.
Con un precio estimado entre 3,25 millones y 4,36 millones de dólares, lo convertirían en uno de los GT modernos más caros del mundo.