Opinión
Reutemann un auténtico Campeón
Nunca pensé que este día llegaría.
Finalmente esa puta enfermedad te venció.
No le fue fácil porque la peleaste como un campeón, como aquel campeonato del 81, con el cual me hiciste llorar.
Hoy vuelvo a llorar porque se que ya no estás con nosotros.
Pero querido Carlos, siento que tu presencia estará por siempre.
El destino quiso que hace algunos años nos juntaran y que con tu bonomía me recibieras en tu prolijo despacho del Congreso Nacional.
Me hiciste sentir el tipo más dichoso del mundo. Mano a mano con aquel ídolo de la infancia era algo inpensado, inalcansable.
Por la gestión de un par de amigos, Grafigna y Piturro, no sólo me recibiste, sino que todavía recuerdo cuando abriste la puerta y expresaste: ¡Verde que te quiero verde!, lo cual ,me descolocó.
Fuiste generoso, amable, cordial y coloquial para charlar de lo que más amamaba, el automovilismo.
Un estudioso, apasionado, meticuloso, extraordinario piloto y sobre todo gran pesona.
Siempre respetado y recordado en todo el mundo por tu hombría de bien.
Después de esas charlas que seguimos teniendo, con el tiempo, noté que, a pesar de no haberlo conseguido, te diste cuenta que la gente te admiraba cada día más.
Lole querido gracias por haber marcado nuestra juventud.
Perdón por no haber valorado todo lo que hiciste por el mundo poniendo en lo más alto la bandera Argentina.
Para muchos fuiste un auténtico Campeón, para mi el más Campeón de todos.