Opinión
Cuando hay dólares no importa el talento
El significado de los 15 años sin pilotos argentinos en la Fórmula 1 debe ser relevante para quienes seguimos la actividad a diario. Con un automovilismo fuerte en nuestro país, lo que importa hoy es ¿cómo es posible que haya pasado tanto tiempo sin un piloto corriendo en la máxima categoría? Es decir, no se recuerda a Gastón Mazzacane, que por obra y gracia del destino ha sido, guste o no, el último piloto de nuestro país que corrió en el gran Circo. Su fracaso en Prost, fue el fracaso del mismísimo Prost y el fracaso de los proyectos argentinos posteriores. Tampoco pudieron llegar pilotos de enorme jerarquía como José María López, Esteba Guerrieri, Ricardo Risatti, Juan Cruz Alvarez o Facundo Regalía mientras competían en Europa. Porque la cuestión en la Fórmula Uno no es talento sobre talento sino que es dinero sobre talento.
Mientras hubo dinero, Mazzacane con sus limitaciones hizo lo que pudo. Cuando no hubo dinero ni proyecto, los talentos quedaron sin chances. Asi de cruel es el mundo de la Fórmula Uno. Así de duro es el automovilismo profesional, en China, en Europa y en Argentina.
En otro lugar se discutirá si López, si Fontana, si Guerrieri. Esa es la discusión de apellidos, de talentos, de estilos. Lo que hoy se recuerda es la falta de proyectos y la lejanía de Argentina del primer plano mundial. Ya van 15 años.