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EL CHAMPAGNE EN EL PODIO CUMPLE 50 AÑOS

El norteamericano Dan Gurney fue el inventor

por Marcelo Mercado

06/06/2017

Para los fanáticos del deporte motor, estudiosos del automovilismo u pasionales de los fierros a lo mejor no es una novedad, pero para muchos seguidores seguramente lo será. El descorche del Champagne en los podios para celebrar los buenos resultados cumple 50 años y no fue exclusividad de la Fórmula 1. La historia del rocío de la bebida espirituosa comenzó en 1967 en las 24 hs.de Le Mans. Como era habitual al vencedor de la famosa competencia francesa se le entregaba una botella gigante de Moët Chandon al subir al podio. En aquella oportunidad fue el estadounidense Dan Gurney al recibir la botella recordó un episodio surgido el año anterior cuando Jo Siffert al recibir el botellón de Champagne como obsequió se le destapó al no soportar la presión abriéndose y generando circunstancialmente una lluvia de alcohol. Por este motivo Gurney hace exactamente 50 años sacudió y descorchó el botellón de espumante francés mojando a quienes tenía adelante suyo. Exultante de alegría por el gran resultado conseguido. Fue algo espontáneo y original. El champagne terminó por todos lados menos en la copa del vencedor. Sin dudas marcó un hito en el automovilismo ya que desde entonces este ritual se repite a la hora de festejar. Esta tradición solo no se cumple en las míticas "500 millas de Indianápolis". En el templo de la velocidad mundial se festeja con leche. En Indy antes de competir los corredores deben enviar a la organización que tipo de leche prefieren en caso de ganar la carrera. Esta tradición fue impulsada por Louis Meyer al lograr ganar en tres ocasiones 1928, 1933 y 1936. El piloto pidió un brindis con su bebida preferida, leche. Uno de los mayores proveedores vio en ese gesto una excelente campaña publicitaria y colaboró para mantener una tradición que solo no se cumplió en Indianápolis entre el 47 y el 55 ya que los pilotos no quisieron beber leche y en 1993 cuando Emerson Fittipaldi llevó un jugo de naranjas de su plantación para promocionar su producto. El champagne en el podio canta 50 y sigue siendo una tradición que le pone un poco de color al estrado de los triunfadores.