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Final para el infarto en MotoGP
El British GP nos brindó "Adrenalina" de principio a fin. A metros de la largada, recibíamos el primer golpe de escena. A Fabio Quartararo, en una extraña maniobra, se le barrió el tren delantero y su moto quedó cruzada en medio de la pista siendo impactada por quien venía detrás, la victima fue Andrea Dovizioso quien no tuvo ni tiempo a reaccionar terminando rodando aparatosamente sobre la grava del circuito inglés. La Ducati Desmosedici GP 19 se prendió fuego y ambos pilotos terminaron en la clínica móvil.
Con Márquez llevando el ritmo de la punta tras una buena largada. Valentino Rossi se acomodaba detrás. Ya en los primeros giros Alex Rins anunciaba que iba a jugar un rol protagónico en la cita inglesa y superaba primero a Valentino y yendo en persecución del piloto del Repsol Honda.
A sus espaldas, Maverick Viñales le ganaba una posición a “Vale” y se constituía en la mejor Yamaha con Rossi y la satelite de Morbidelli, cuarto y quinto respectivamente.
Nuevas caídas, la del japonés, Nakagami, quien pudo volver a reinsertarse a la cinta asfáltica, mientras que Johann Zarco se llevaba puesto a su compañero de equipo, el portugués Oliveira, dejando a las 2 KTM fuera de combate.
Mano a Mano entre ibéricos.
Con Viñales tratando de recortar las decenas de metros que Márquez y Rins le llevaban. La carrera quedó circunscripta a un mano a mano entre la Suzuki y la Honda. Márquez desde la cima, llevaba el gasto de la carrera, por su parte, Rins ensayaba en su mente, por lo menos dos veces, la maniobra que finalmente iba a realizar a la salida del curvón de entrada a recta y que iba a resolver la carrera.
En las vueltas finales, hubo superación de Rins que duró solo una maniobra con Márquez poniendo las cosas en orden.
Todo se definiría, otra vez, en la última curva.
El último Gran Premio de Austria había dejado una herida abierta en el heptacampeón del mundo. A nadie le gusta que le ganen como ganó Dovizioso, menos a un campeón como Márquez. Pero, sorprendentemente, lo hicieron otra vez.
La última vuelta marcó el tiempo de definición de una competencia “memorable”. Márquez y Rins llegaron juntos para ser protagonistas de la "Resolución". En el desarrollo de la carrera, 2 veces Rins había entrado a la recta por afuera notando allí menos grip toda vez que los intentos de superación habían quedado abortados. Rins, rápido e inteligente en la gestión final de la prueba, entró por interno cerrando la línea, esta vez, con Márquez tomando el borde exterior de la recta principal de Silverstone. Alex Rins al salir mejor armado, aplicó todo el “gas” para ganar sobre la línea de sentencia a tan solo 13 milésimas y viéndole a la cara a un Márquez que a pesar que será campeón a fin de temporada, no olvidará lo que fue sin dudas una de sus más duras derrotas.
Foto: Marca.com
