Internacionales
Lamborghini evalúa ingresar en el Mundial de Resistencia
El Mundial de Resistencia (WEC) inicia su transición hacia los hypercars y varias marcas quieren probar suerte en el nuevo formato. Es por eso que Lamborghini estudia la posibilidad de competir en las 24 Horas de Le Mans con un equipo oficial. Así lo ha anunciado su director ejecutivo Stefano Domenicali, que explica que en estos momentos la firma italiana evalúa la nueva normativa de la era hypercar para determinar si es de su interés.
El Mundial de Resistencia se halla en plena transición hacia un Reglamento que hará posible competir con coches derivados de modelos de producción, en un intento de la FIA y el ACO por reducir costes y atraer a más marcas. Aston Martin y Toyota ya han confirmado su presencia, otras casas como McLaren aún la evalúan.
Domenicali ha explicado que los próximos meses serán cruciales para determinar si Lamborghini entra por la puerta grande al WEC. Esperan llegar a una conclusión antes de que termine el año.
"Estamos hablando y estamos estudiando la normativa para comprenderla y ver si nos interesa", ha dicho Domenicali en declaraciones reproducidas por la revista Autocar. "No tenemos nada que decir hasta que termine ese estudio. Será un sí o un no. Ahora mismo, es posible".
Aston Martin prevé competir con una variante de su flamante Valkyrie y Toyota con el GR Super Sport, que todavía está en desarrollo. Domenicali cree que el Lamborghini SC18, un proyecto único creado por el departamento de competición Squadra Corse sobre la base del Aventador, demuestra que también pueden jugar fuerte.
"No tenemos el presupuesto para invertir en un proyecto totalmente nuevo, pero el SC18 prueba que tenemos una base de lo que podría ser un enfoque interesante. Ese auto demuestra que tenemos la capacidad para hacer un proyecto de esa clase".
El SC18 cuenta con el mismo motor V12 que el Aventador SVJ. Tiene 759 caballos de potencia y es una máquina de circuitos. La casa italiana sí participa directamente en competición con certámenes monomarca y autos de la clase GT3, aunque un salto a la era hypercar implicaría necesariamente una máquina de más prestaciones, próxima a los 1.000 caballos.