Opinión
Tendrá que mantenerse en la pista
Top Race está en camino de volver a ser. Tres temporadas de ordenamiento dirigencial dejaron una plataforma racional y más lógica en una categoría que de a poco vuelve a mostrar su potencial en sus figuras, en los boxes y en la pista.
En Paraná arrancó una nueva temporada con mayor cantidad de autos y con la Top Race Series revitalizada luego de un año con altibajos. Los espectáculos en la pista de las dos categorías fueron interesantes. Con la anemia de sobrepasos en el automovilismo argentino, ver un par de maniobras parece divertido.La menor, con la habitual paridad y lucha, pero sin explosión en la punta, salvo algunos pasajes.
La Top Race con el innovador formato de carrera de larga duración tuvo una aceptable carrera. Parece que los pilotos y los equipos le han tomado la mano al desafío de la resistencia se que impuso el año pasado y que claramente reverdeció la emoción y la incertidumbre por el resultado.
Lo preocupante fueron las exclusiones tras las carrera. Al no llegar a los 20 litros de nafta que por reglamento deben tener en el tanque al treminar la carrera, fueron excluídos el 2º Matías Rodríguez y el 5º Franco De Benedictis quien había sido el mejor debutante. Una pena.
Está perfecto que quienes transgreden el reglamento sean castigados, pero siempre es negativo que los resultados finales se modifiquen por anomalías en las revisaciones. En el caso de Paraná, agravado porque fueron excluídos dos de los cinco mejores de la competencia. Es mucho.
Sin lugar para discutir la justicia de las medidas, los responsables de los errores deberán tomar cuenta de lo ocurrido. La cuestión del combustible es un tema difícil de resolver en cuanto a las capacidades de los tanques, las estrategias, los consumos y las 'ventajas' que suelen encontrar los equipos para que la nafta aparezca por arte de magia. En definitiva, la gente que miró la carrera en televisión o que acompañó en el autódromo tuvo un resultado que en realidad no fue. En cualquier categoría del mundo duelen las exclusiones, por eso deben dejar un aprendizaje para quienes recibieron las sanciones.
En cuanto a los pilotos, los nuevos en la categoría no desentonaron, y en el caso del internacional Facundo Regalía, más allá de la zozobra tras un sábado difícil, el domingo al fin y al cabo terminó siendo el mejor entre los debutantes. En pista había sido Franco De Benedictis, que parece encontrar solidez y madurez en el auto de mayor potencia que ha manejado en su vida.
La superioridad de Canapino es un tema redundante. Gana con cualquier equipo, en cualquier pista, o con cualquier auto. La categoría es suya. El campeón 2015 Matías Rodríguez mantuvo su potencial en el estreno con el equipo Midas, pero al final se quedó sin nada. Más autos y más pilotos en las dos categorías le dan a Top Race un plus sobre otras temporadas. El camino está iniciado. Será crucial no apartarse de lo logrado y desde esa base seguir creciendo.
