Opinión
¿CAMBIÓ ALGO?
Otra vez el caos envolvió a una carrera de Turismo Carretera. Otra vez apareció ese nudo en la garganta que no permite tragar. Otra vez se escuchó el sonido del silencio, ese que penetra como un estruendo dentro del alma. Y la pregunta que uno se hace y nos hacemos todos los que nos apasiona este deporte es, ¿cambió algo desde aquella tragedia de Balcarce de 2011? Y la verdad, no lo sabemos. En Olavarría no estaban los paredones, la velocidad era baja por la lluvia, el piloto que chocó no tuvo ninguna chance de levantar, y el auto que recibió el golpe quedó clavado y regalado en el medio de la pista. Indudablemente la lluvia, que fue una complicación, en este caso salvó la vida a Mathías Nolesi y a Santiago Mangoni. ¿Qué hubiese pasado si la carrera era normal?, seguramente estaríamos lamentando otra tragedia. Si con un golpe a baja velocidad los damnificados sufrieron fracturas y heridas de mucho cuidado, ¿de qué estaríamos hablando si se pegaban a fondo? No pongo en duda que se ha trabajado en materia de seguridad. Los autos son fabricados bajo la supervisión de la ACTC y entregados a los equipos para su armado, por lo tanto las estructuras se sobreentiende que están homologadas y que tienen todas las normas de seguridad que se necesita. Pero ¿alcanza con esto? Si bien el automovilismo es un deporte de alto riesgo y “riesgo cero” no existe, sería bueno reflexionar y hacer un análisis minucioso de los autos, su diseño, sus formas, para realmente medir la magnitud de un accidente y sus consecuencias. ¿Es casualidad que los accidentes trágicos se hayan producido con autos similares y en categorías similares? Los autos se han modificado y modernizado en sus entrañas quedando muy lejos de lo que fueron originalmente, pero son cascos cuyas formas se diseñaron en la década del 60. ¿No será el momento de hacer un cambio drástico? Se le puso más potencia al motor, sin embargo sigue siendo longitudinal, pesado y encima empujado por un cardan con diferencial lo que proporciona un golpe muy difícil de soportar en caso de accidente. Gran dimensión de los neumáticos, lo que al quedar cruzado un automóvil no produce arrastre en caso de un impacto lateral. la gran masa de fierros se queda agarrado al piso y es muy difícil de barrer como ocurre en la NASCAR por ejemplo. Teniendo en cuenta que la ACTC siempre miró con mayor gusto al automovilismo americano que al europeo, ¿no estaría bueno copiar el diseño, medidas y formato de un auto de NASCAR? Total, el folclore y la lucha de marcas seguirá y en cuanto a los autos serán más vistosos y modernos, porque seamos sinceros, los actuales de Chevrolet, Ford, Dodge o Torino tienen muy poco de Falcon, Chevy, GTX o 380W, nada. Respetar la historia y la tradición está bueno siempre y cuando la seguridad no este en juego.