Opinión
El envión que necesitaba el Súper TC2000 para cerrar el año
En la temporada más difícil del Súper TC2000, la multitud que acompañó en Buenos Aires y el cambio de aire generan expectativas para lo que viene.
Era lo que necesitaba el Súper TC2000. Cerrar el año de la manera en que lo está cerrando, con dos fiestas como fueron las de San Nicolás con la inauguración del autódromo y la 13º edición de los '200 kilómetros' de Buenos Aires de ayer, ambas con respaldo multitudinario.
Pero el envión no terminó. Resta el cierre en Alta Gracia que no va a ser diferente de las fiestas de fin de temporada que los cordobeses acostumbran a llevar adelante en el primer circuito que utilizó el Súper TC2000.
Es una temporada compleja para el automovilismo nacional. Las turbulencias económicas que castigan al país desde hace meses llenaron de nubarrones el horizonte de todas las categorías y el Súper TC2000 lo viene sufriendo incluso desde el mismo arranque en aquellas grises jornadas en Buenos Aires de marzo pasado.
Sin embargo, con mucho esfuerzo los equipos oficiales y los privados trabajaron muy duro para mantener sus autos en pista (menos que el año pasado) y van a llegar al final del campeonato con más unidades que en el inicio. Pocas categorías cerrarán así el año.
El éxito y la respuesta del público en fechas importantes como las de Oberá, Santa Fe, San Nicolás y en Buenos Aires este fin de semana han sido la medida en que la gente acompaña los grandes eventos con los autos de mayor tecnología en competencia de Sudamérica. La presencia en San Nicolás, con una impecable inauguración, se potenció con una muy buena promoción para llegar excelente resultado en los '200 kilómetros' con tribunas llenas como hace años no se veía.
Una de las claves del éxito, junto con la promoción de la carrera, estuvo en la acertada elección de la fecha. Con buen tiempo la gente se acerca más fácil. Fue notable ver la cantidad de familias y chicos que estuvieron durante todo el fin de semana en al autódromo porteño para disfrutar de las carreras. Tanto Rosario, como el callejero de Santa Fe y Buenos Aires deben acomodar sus fechas en el calendario para no correr con riesgos en épocas de lluvias, o bajas temperaturas de invierno como pasó otras veces.
Otro factor importante y que arrimó a los más fanáticos, fue la promesa de buen espectáculo, teniendo en cuenta que fue la primera vez que esta carrera se llevó adelante a fin de temporada con la inminente definición del campeonato entre dos Renault Fluence (Facundo Ardusso y Leonel Pernia), un Chevrolet Cruze (Agustín Canapinoi) y un Toyota Corolla (Matías Rossi), como también la posibilidad de ver en pista al campeón mundial de Turismo José María López, y al internacional Esteban Guerrieri entre otros invitados de relieve.
La llegada del flamante Honda Civic que presentó de manera impecable el equipo RAM de Víctor Rosso y dirigido por Sebsatián Martino fue otra de las atracciones con el debutante Santiago Mallo y Guerrieri como invitado.
Todo esto sumado al cambio de aire que se notó desde el mismo jueves con el sorteo de los motores; el orden que está impulsando Edgardo Fernández en cuestiones relacionadas al vínculo de los equipos con la categoría, la confirmación de los campeonatos de 2019 del Súper TC2000 y TC2000, e incluso con las primeras fechas de la temporada próxima para despejar todo tipo de dudas.
¿Hay cuestiones para mejorar? muchísimas. Es difícil organizar una carrera de semejante magnitud en Buenos Aires, por los costos, los controles, y la capacidad para recibir a tanto público. El autódromo porteño necesita estar mejor en todos los aspectos, más allá de los trabajos que se están realizando.
Lo mismo puede decirse desde el plano deportivo. Y también desde lo técnico. Siempre habrá quejas, algunas infundadas y otras constructivas. La mejor manera de poder acelerar en el camino correcto es tener pleno conocimiento de los aciertos y fundamentalmente de los errores, para no repetirlos y solucionarlos en la medida de lo posible.
Lo realmente importante del fin de semana ha sido el envión con el que llega la categoría en su conjunto al final de un año difícil. El más complejo desde que existe el Súper TC2000. Cuando se percibe el cambio de aire, que el viento ha dado vuelta en medio de la tormenta y que las cosas empiezan a ser diferentes es que algo está mejor. El capital invalorable del regreso de las tribunas llenas hay que cuidarlo y sostenerlo. Es el camino.