Opinión
En septiembre tú fuiste mía
Cuando el talento va por encima de lo que marca el documento de identidad. A los 41 años pareciera que Christian Ledesma está más vigente que nunca y lo demostró el fin de semana en Concordia. El marplatense mostró un gran potencial junto al Chevrolet de Las Toscas Racing e ingresó a la Copa de Oro como un candidato serio a llevarse la corona. No la tuvo fácil, la tuvo que luchar. Pero septiembre terminó siendo en los dos últimos años de su trayectoria, grandes impulsos. En el 2016 volvió a la categoría después de cinco meses de ausencia y en 2017 logró la victoria necesaria para pelear por el título hasta fin de año.
El año pasado el marplatense tuvo que ponerle un freno a su continuidad dentro del Turismo Carretera por el alejamiento de la familia Lingeri del proyecto que llevaban juntos. Fue previo a los 500 kilómetros de Olavarría. En ese momento, era una gran incógnita si Ledesma iba a poder regresar a la categoría, ya que siempre había sido un piloto rentado. Algo inusual dentro de la categoría. Se le complicó, pero terminó volviendo de la mano del equipo Las Toscas, quien le abrió sus puertas y apostó por su vuelta.
El 30 de septiembre fue el día de la vuelta de Ledesma al Turismo Carretera. Fue un viernes, el primer día de actividad de la categoría en Concepción del Uruguay. Allí se disputaba la segunda fecha de la Copa de Oro. En el primer entrenamiento del fin de semana se metió segundo y en la clasificación fue 12. En la final finalizó sexto. Estaba claro que la chispa seguía encendida y más fuerte que nunca.
Durante este año demostró regularidad y se metió dentro de la Copa de Oro una fecha antes del cierre de la Etapa Regular. A Concordia llegó sin presiones desde ese punto. Fue contundente con piso seco tanto en el entrenamiento del viernes como el de sábado. Sin embargo, en ambas clasificaciones la lluvia le jugó una mala pasada y no pudo pelear de lleno por la pole position. Pero septiembre le tenía una vez más una sorpresa debajo de la manga y el domingo la condición de pista de la final fue a pedir del funcionamiento del Chevrolet.
En la serie batalló con Agustín Canapino, pero no pudo vencerlo. A pesar de esto, en la final hizo una primera vuelta formidable. Digno de un piloto de elite. Superando nada más ni nada menos a los tres pilotos top del momento. Primero lo sobrepasó a Facundo Ardusso, después a Matías Rossi y, por último, al mismo rival que había tenido en la batería de la mañana. A partir de ahí diagramó una victoria contundente. No lo puso nervioso ninguna de las cinco salidas del Auto de Seguridad. Hizo su trabajo y se quedó con la carrera en Concordia para entrar a los Play-Off. Poniendo en la mesa una carta de presentación que lo postula como candidato.
Ayer Ledesma se subió a lo más alto del podio después de dos años, 10 meses y ocho días. Luego de 1043 días y de mucho pelearla para estar ahí. A donde todos los pilotos quieren estar, donde el sabor del champán tiene otro gusto, donde a la larga o temprano los buenos pilotos regresan. El de Mar de Plata mostró su vigencia y se ilusiona con su segunda corona en el TC. La copa que levantó ayer tuvo otro significado que el de otras. Porque septiembre le volvió a mostrar otro camino. Por eso cuando vea ese trofeo día a día colocado seguramente en el taller que tiene su hermano en “La Feliz” dirá: “El septiembre tú fuiste mía”.