Dakar
Hernán Kim gana en CarX y piensa en el Dakar
El último fin de semana el CarX, el RallyCross, volvió al ruedo tras medio de año de inactividad producto de la cuarentena por la pandemia del Covid-19. Y en La Fortaleza, de Alta Gracia, Hernán Kim fue uno de los grandes protagonistas, al llevarse la victoria final del fin de semana cargado de actividad.
En diálogo con Carburando en Casa, Kim no sólo se refirió a su victoria, sino también proyecta su futuro inmediato con el posible retorno del Rally Nacional y su vuelta al Dakar: “El fin de semana arrancó muy mal, con rotura de caja y no pude recuperar el auto. El domingo gané la serie clasificatoria, después anduve bien en la otra, gané la semifinal y eso me posibilitó largar adelante. Si bien me enredé un poco, me recuperé y mantuve la punta. El problema de la rotura de la dirección me llenó de humo el habitáculo y me complicó mucho, pero pude ganar”.
Sobre el nivel del RallyCross, Kim destacó: “Es difícil ganar en el Carx porque son muchas carreras cortas y no te da lugar a la recuperación. Hay que ser muy parejo. Las series clasificatorias suman muchos puntos y cuesta mucho que salga todo redondo”.
Y agregó: “El Carx está más competitivo. En 2019 tuve muchos problemas, con el auto, mala suerte. Estaba medio frustrado. Es muy divertido, tiene muchas carreras cortas y es una mezcla de varias categorías: motocross, pista, rally. Hay que adaptarse a muchas cosas. A mí me divierte mucho, porque además se permiten maniobras que en otras disciplinas son impensadas”.
Sobre su futuro, el piloto bonaerense adelantó: “Me gustaría correr en el regreso del Rally Nacional. Pero mi idea es participar del Dakar 2021 en Arabia, con un UTV CanAm. Está complicado conseguir presupuesto. Después físicamente estoy bien y en cuanto a la logística es posible ir a correr pese a la pandemia. El Dakar es desgastante, con días muy largos e intensos. Son 15 días muy exigentes”.
Y recordó participaciones en el Dakar, cuando se corría en América del Sur: “El cuarto día de 2010 en Fiambalá, se quedó el vehículo por un problema electrónico. Nos vinieron a buscar y cuando estaban a 500 metros se desviaron. Los corrí y los alcancé. Pero me explicaron que si me ayudaban quedaba fuera de carrera, por lo que sólo me dieron víveres y esa noche dormí en los médanos. En Iquique, en Chile, a la tardecita, se me rompió la dirección y volcamos unos 60 metros. Fue una fea experiencia, pese a que salimos ilesos, pero nos dimos un buen susto”.