Opinión
Mazzacane, en el Olimpo allá y acá
Transcurrió un período largo de tiempo. Aunque tratándose del paso de los años hay cuestiones que pueden relativizarse. Ayer Gastón Mazzacane volvió a vivir un momento de gloria en el automovilismo. Llegó al Olimpo con su Chevrolet en el podio en el Turismo Carretera que se corrió en La Pampa junto al Gurí Martínez y Guillermo Ortelli, los dos máximos ídolos que tiene la categoría histórica. Tras poco menos de cien carreras además ganó su primera serie.
Casi 16 años antes, un 24 de septiembre de 2000, la Fórmula 1 corrió en Indianápolis. Mazzacane disputaba su única temporada completa en la máxima categoría con uno de los autos del equipo Minardi. En aquella ocasión el platense también estuvo en el Olimpo. Fue cuando durante cinco vueltas se mantuvo tercero en el Gran Premio de Estados Unidos en un lapso de inolvidables 10 minutos en los que habitó de manera virtual el podio.
Aquel domingo nublado, húmedo y con lloviznas había empezado difícil para el último argentino en la F1. Una error de cálculo lo privó de llegar a horario en el inicio del Warm up que por espacio de media hora la categoría realizaba 5 horas antes cada Gran Premio. Eran las 9.15 y Mazzacane no había aparecido en su box. El Minardi Fondmetal negro estaba esperándolo. Su compañero el español Marc Gené trataba de enderezar el auto para tener un decoroso papel. Los dos iban a largar desde la última fila en la carrera, luego de una mala clasificación del sábado. El único que probó puesta a punto con la condición cambiante y el neumàtico adecuado fue el español porque Mazzacane llegó tarde. "Tuve una confusión con los horarios" dijo por lo bajo. Se estaba por largar la carrera y el tiempo estaba feo. Pista húmeda, mojada en algunos sectores, el cielo amenazante y la gran duda era con qué neumáticos correr. Gastón optó por las gomas de lluvia. "El día estaba gris, lluvioso, encapotado y en la recta principal parecía que se venía el cielo abajo. Sin embargo, se empezaba a secar la pista y yo tenía los neumáticos para agua. Vía radio surgieron las discusiones, porque yo no quería entrar en boxes esperando que volviese a llover. Por protocolo, vos te comunicás con una sola persona, acá todo el equipo, entre ellos el dueño Giancarlo Minardi, me decían que parase y yo no quería. Por eso duré 5 vueltas tercero y la TV me enfocaba como la sensación de esa carrera. Adelante tenía a Michael Schumacher (quien ganó ese Gran Premio seguido por Rubens Barrichello) y Frentzen y cuarto estaba Mika Hakkinen con el McLaren, que venía de ser campeón del mundo en 1998 y 1999, y no me podía pasar. En la primera de las cinco vueltas que estuve tercero, Hakkinen creyó que yo era un rezagado, pero después le avisaron. Inclusive, cuando terminó la carrera, él hizo mención de la dificultad que había tenido para pasar al Minardi".
Mazzacane cuenta ese momento único y parece que lo estuviera viviendo: "ese tormentón que se venía jamás llegó y ahí se desvanecieron mis posibilidades de un resultado histórico, porque de haber llovido, todos los que tenían gomas para piso seco hubiesen tenido que volver a parar. Pero bueno, una lástima y encima faltando 10 vueltas tuve un problema hidráulico y abandoné". Los argentinos que estuvimos en aquellos minutos de proeza no lo podíamos creer. Hakkinen batallando con Mazzacane por el tercer lugar. Todos rogábamos que la lluvia moje la pista y así las chances del argentino iban a aumentar. Pero como contó el platense, eso no ocurrió. Mazzacane al final tuvo que entrar a cambiar gomas porque la pista se secó, y con tanta mala fortuna que en el ingreso atropelló a Sandro Perrini, encargado del reabastecimiento del auto quien terminó con lesiones en un pie. Luego del final Hakkinen quien abandonó en la vuelta 25 con el motor fundido se despachó diciendo "no entiendo por qué me obstaculizó así, fue un verdadero estúpido". Equivocado. Dentro de las limitaciones del auto, del piso y de las circunstancias de la carrera Mazzacane hizo lo que tenía que hacer en ese momento: defender su lugar, intentar la heorica y sin cometer errores esperar la lluvia que estaba al caer y los errores de sus rivales. Mas allá del desenlace de la historia, fue un momento épico en la carrera del argentino. Subió al Olimpo durante 10 minutos. Ayer en el autódromo de Toay, el disfrute duró más tiempo. Ganó su serie claramente y en la Final manejó muy bien un gran auto para llegar a su primer podio.
En Indianápolis sus compañeros en la aventura fueron Schumacher y Hakkinen, en La Pampa Martínez y Ortelli. El festejo de ayer seguro que duró más que aquellos minutos en Indianápolis. En los dos momentos, separados por casi 16 años, estuvo en el Olimpo.
