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Auspiciado por
Mehari el UTV de los 70
El Mehari francés se lanzó al mercado en el año 1969 y su base fue la del Citroën Dyane 6.
La construcción original no estuvo a cargo de Citroën, sino de un industrial de nombre Roland Paulze d'lvoy de la Poype, director de la sociedad SE AB, una empresa especializada en plásticos termoformados proveedora de la casa de automoviles francesa.
Luego de varios desarrollos en prototipos, de la Poype le vendió la idea a Citroën.
Uno de los secretos del Mehari era su carrocería de plástico, siendo inoxidable, liviano, flexible y económico.
Las primeras unidades del simpático vehículo fueron realizados por Enac, una empresa de carrocerías que trabajaba para Citroën.
La gran demanda ocacionó que la fabricación se trasladara a la antigua fábrica de Panhard, donde de la Poype había creado el Mehari.
En la Argentina fue lanzado en 1971 y tuvo cambios notables con respecto de su par europeo.
El Mehari argentino utilizó la plataforma del 3CV, de la cual heredaba toda su mecánica.
Por consecuencia tenía frenos a tambor y no de disco como su antecesor francés.
La carrocería también tenía diferencias ya que en nuestro país se reemplazó el plástico por la fibra de vidrio ya que no existía maquinaria para modelar plásticos de semejante tamaño.
La carrocería del Mehari nacional era fabricada en el Uruguay por Dasur y desde Argentina se enviavan los chasis para que la empresa Nordex hiciera el ensamblado.
En el 71 al momento de su presentación el único color era el rojo, aunque después se hicieron algunos de color azul para la policía de Tucumán.
En coincidencia con el lanzamiento del 3CV M-28 en el año 1978 se lanzó el Mehari II que se destacaba por sus llantas ensanchadas y su color naranja.
Esta linda historia del arenero de los 70 también tuvo momentos no gratos ya que en 1979 por la risis económica que azotaba a la Argentina, Citroën cesó sus operaciones.
En 1982 el empresario Eduardo Sal Lari adquirió el paquete accionario de Citroën Argentina S.A.
Durante un tiempo su fábrica continuó con la producción de los simpáticos Citroën 3CV pero denominados IES 3CV.
IES también continuó con la fabricación del Mehari, pero lo llamó IES Safari.
El auto mantenía las características que el de Citroën siendo un automovil netamente recreativo y muy práctico con una carrocería de plástico reforzado con fibre de vidrio montada sobre el chasis del IES 3CV.
La única modificación de importancia respecto al modelo original era la rueda de auxilio montada sobre el capó, liberando de este modo el compartimiento destinado al equipaje.
Como todos los demás modelos de la marca, el Mehari se destacó por ser uno de los autos con menor índice de consumo de combustibe del mercado argentino.
Simpático, rendidor, el Mehari fue el UTV de la generación de los 70.