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Subastan el auto odiado por Hitler
El Tatra T87 era un auto revolucionario para su época, construido con materiales que aún hoy en día son muy avanzados y poco convencionales como el magnesio o el aluminio.
Su motor, situado en la parte trasera, era un poderoso V8 3.4 litros con 75 CV que permitían al Tatra superar con facilidad los 160 km/h, algo extraordinario para un vehículo de calle de aquella época.
Con la comodidad de tener suspensión independiente, algo raro por entonces, y su diseño futurista con su aleta en el techo, seducía a los oficiales del ejercito alemán y se apropiaran de la mayoría de ellos para su uso personal, tras invadir Checoslovaquia con sus carros blindados.
Incluso el general Erwin Rommel, uno de los máximos exponentes de la estrategia alemana, se convirtió en acérrimo admirador del Tatra T87.
Un auto que pasó a la historia por estar dentro de una de las tantas locuras de Adolf Hitler.
Y entre esas órdenes, muchas veces producto de sus ataques de ira ante las contrariedades, ha quedado en la historia la que dio a sus oficiales de abstenerse de utilizar el Tatra T87.
El primer motivo, que no sería el único, fue que dicho turismo causó entre la oficialía de su ejército muchas bajas.
Los accidentes de eufóricos oficiales que se creían por encima del bien y del mal no se hicieron esperar y tal fue el número de siniestros mortales que al enterarse el propio "Führer tomó cartas en el asunto y prohibió enérgicamente el uso del Tatra T87 como vehículo de servicio.
Ahora un Tatra T87de 1948 se subastará.
Este auto fue descubierto hace 20 años en Eslovaquia y de alli viajó a Australia, donde fue restaurado a fondo.
Un auto cuyo kilometraje apenas supera los 5.000 km y que se calcula saldrá en la suma de 400.000 dólares a remate el próximo 24 de octubre.
Una auténtica pieza de colección llamada "El ejecutor de Nazis", o directamente "La máquina asesina".