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Yo fui testigo
Días pasados la escuela Industrial de la ciudad e Junín le abrió las puertas al último gran ídolo de nuestro automovilismo, y estamos hablando nada más y nada menos que de Juan María Traverso. El de Ramallo fue recibido por el Director del establecimiento, Profesor Rubén Cacheiro que hizo una reseña impecable de la trayectoria, por profesores de la escuela y por uno de los concejales de la ciudad, Dr Marcelo García.
El reloj marcaba la hora 15 y la figura de uno de los más grandes de nuestro deporte pisaba los escalones de la escuela para dirigirse al auditorio donde más de 120 alumnos lo esperaban para escucharlo. La verdad al ver tantos chico jóvenes, ninguno por su corta edad lo vio correr, imaginé que la charla podía ser complicada si el ídolo no lograba captar el interés de los presentes. Me equivoqué. No voló una mosca.
Al sentarse junto al edil, Juan María pidió que lo acompañara en la mesa y desde ese lugar privilegiado pudo observar con detenimiento el desarrollo de toda la charla que apuntaba a la educación vial, y también a los nuevos autos eléctricos que el mundo ira desarrollando para el futuro.
Sobre ese tema Traverso señaló: “Veo que tienen autos eléctrico construidos por ustedes y los felicito por el proyecto, pero más los felicito porque se están metiendo en avances del futuro inmediato”. Para cortar el hielo y aflojar a los alumnos el flaco disparó una mala palabra al sonar su celular en plena charla. “Siempre hay un boludo que deja el teléfono prendido, ese soy yo”. Las carcajadas de los presentes retumbaron el salón.
Sobre las normas de tránsito y como se maneja en la Argentina el múltiple campeón les dejó ejemplos claros y concretos, donde yo notaba que los alumnos seguían prendidos atentamente a cada una de sus palabras.
“En la ruta no se trata de ser el mejor, en la ruta hay manejar y hacerlo bien, prestar atención, estar atentos, no utilizar el celular e ir a la velocidad permitida. En este tema quienes tienen que cuidarse son ustedes, por ustedes y por sus viejos, porque detrás de una víctima se va la familia. Hoy hay que prestar muchísima atención, más teniendo en cuenta que hay muchas rutas que no están en buen estado”.
La charla se extendió por más de una hora y al finalizar todos se le acercaron para pedirle la foto, el autógrafo y darle un abrazo. El Flaco se prestó y habló de otros temas que para quienes lo conocemos no nos sorprende, aunque si me sorprendió y lo vuelvo a remarcar, es el respeto que hubo para con el ídolo durante todo el tiempo. Ídolo que no vieron correr pero saben quien es, que logró y que representa. La figura de Juan María Traverso es inigualable y generó en la escuela industrial un clima perfecto que no me lo contó nadie, porque yo fui testigo.