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Carlos Marchese fue un referente de la Técnica del TC
Días atrás nos dejó Carlos Marchese quien fuera durante mucho tiempo Comisario Técnico de la Asociación Corredores del Turismo Carretera. Marchese estuvo al frente de la Técnica desde 1980 hasta el 2007, desde la época final de las carreras en ruta hasta casi la modernidad de la categoría. Fue responsable del área más sensible que una categoría histórica y pasional pueda tener y su trabajo siempre fue intentar el equilibrio entre motores y modelos que inexorablemente mejoraban en su tecnología, a pesar de tratarse de chasis y motores con muchos años. Si bien hacía algunas temporadas que ya no estaba al frente de la Técnica, el paso de Carlos Marchese en el TC dejará una marca y todos quienes compartimos con él largas jornadas y tensas reuniones lo vamos a recordar por su permanente actitud positiva, su predisposición con la prensa, y su profesionalismo.
Marchese ingresó en la Técnica del TC cuando en un conflicto con el equipo oficial Ford, el equipo fue descalificado por diferencias reglamentarias. Fue convocado en la oportunidad por el actual Secretario Rubén Gil Bicela y el que fuera presidente de la categoría Octavio Suarez. No quería quedar definitivo, prefería la preparación de los autos, entre quienes se encontraban precisamente quienes lo habían convocado para su nuevo cargo. Allí le pidieron que ocupe este puesto, aunque solo sea por un par de carreras hasta formar una comisión. La comisión no llegó y fue convencido de su continuidad. Fueron 439 carreras en las que intervino.
Marchese nació el 7 de noviembre de 1934 en la ciudad bonaerense de Avellaneda y falleció el 9 de agosto de 2020 a los 85 años. Su relación con el automovilismo comenzó desde muy joven cuando se inició con un taller propio de rectificación de motores. Luego empezó a mecanizar algunos impulsores del Turismo Carretera.
En 1982 fue convocado por Octavio Suárez (por entonces piloto y presidente de la ACTC) y Rubén Gil Bicella para hacerse cargo del puesto de Comisario Técnico de la entidad. Desde ese momento se mantuvo en el puesto hasta la última carrera de 2007 en el autódromo de Buenos Aires
Recuerda SoloTC que el alejamiento de Marchese fue comunicado por el entonces presidente de la ACTC, Oscar Aventin, en la 1ª fecha del torneo 2008 en Mar de Ajó: “Le dijimos que ya era tiempo de delegar responsabilidades y tareas a otras personas. Y le propusimos ocupar un lugar en la mesa directiva porque creemos que su aporte es inestimable. Carlos nos dio mucho en todos estos años, más no le podemos pedir”, dijo por entonces Aventin, que nombró al ingeniero Alejandro Solga como su sucesor.
“Fue una decisión consensuada con la dirigencia. Después de tantos años de trabajo estaba bastante saturado de renegar y confeccionar reglamentos. Ya era tiempo de frenar un poco con la vorágine que exige esta actividad. Me cansé de renegar…”, declaró Marchese.
Su incansable trabajo en función de una categoría en la que ninguna marca ni equipo se dispare, el temple que aplicaba para mantener el equilibrio, y la paciencia para sostener ideas, proyectos y modificaciones en los reglamentos no duraron para siempre. Marchese siempre fue un 'señor' en las buenas y en las difíciles, pero algunas diferencias con la dirigencia lo desgastaron. Fue en 2007 cuando el reglamento fue tema de debate y polémica, a partir del dominio absoluto del Chevrolet de Christian Ledesma que salió campeón 3 fechas antes del cierre del torneo y nació la idea de la Copa de Oro para impedir que en 2008 pase lo mismo con el Ford de Juan Manuel Silva.
Con Marchese se ha ido una parte grande la de la historia técnica de la categoría. “Estoy acostumbrado a todo lo que se dice. Y respeto las distintas opiniones, aunque tengo en claro que la mayoría, lógicamente, intenta llevar agua para su molino. Hay que ser muy político en esto…”. Y Marchese lo era, además de ser una persona respetuosa, con imagen calma, y con mucha paciencia.
El TC lo recordará siempre con su calma y su imagen tranquila con la que siempre intentó calmar la voracidad de muchos quienes quisieron sacar ventajas en momentos de turbulencias.
Foto: Jorge Marchesin/SoloTC
