El lunes 31 de mayo de 1965 se corrió la edición nº 49 de las clásicas "500 millas de Indianápolis". Y no fue una carrera más. Sobre todo para los británicos y para los seguidores de la Fórmula1.
El extraordinario piloto escoces Jim Clark, uno de los referentes de la F1 de ese momento, y su jefe del equipo Lotus Colin Chapman, hicieron historia al ganar con el primer automóvil con motor trasero de la Indy 500, una de las carreras más famosas del mundo.
El Lotus 38 verde con motor Ford punteó 190 de las 200 vueltas y cruzó la meta primero a casi 260 k/h de promedio. Con sólo seis de los 33 autos en pista que aún poseían motores delanteros, este fue realmente el primer Indy 500 en la historia con un motor trasero ganador de todos los coches como motor trasero.
El "Escocés Volador", largó en la primera fila, hizo solo un par de paradas en boxes, y se convertía en el primer ganador no estadounidense de la 500 millas de Indianápolis desde 1916.
Clark, al igual que Fernando Alonso en la actualidad, optó por no correr el Gran Premio de Mónaco para competir en la Indy en ese año 1965. Una excelente elección ya que no solo ganó la mítica competencia norteamericana sino que además fue Campeón Mundial de Fórmula 1, siendo el único en la historia del automovilismo mundial en ganar el mismo año las "500 millas de Indianápolis" y el Campeonato Mundial de Fórmula 1.
El presente del español es muy diferente. Desde hace tiempo no figura en la pelea por la punta de la F1 con el opaco McLaren-Honda pero ha decidido descartar una carrera del calendario para debutar con el equipo de Andretti en el "Templo de Indianápolis".