Turismo Carretera
Solga dejó la ACTC
La situación no daba para más. Alejandro Solga no podía continuar dentro de la ACTC y mucho menos encerrado en una oficina ochos horas por día. Su rol no era ese, él llego al Turismo Carretera para trabajar en lo que más le gusta y que es la parte técnica. Su despedida no se dio hoy, sino que comenzó en aquella verificación técnica de la carrera de Concordia donde quedará para la historia por toda la tela que dio para cortar, y porque quien fue encontrado fuera de reglamento fue nada más y nada menos que el Gurí Martínez.
El primer indicio de la crónica con un final anunciado se notó cuando quien encontró la anomalía quedó, de manera increíble, en el ojo de la tormenta y no fue llevado a la competencia de Olavarria donde sí corrio el campeón. En su reemplazo estuvo Luís Miraldi, quien continúa en la actualidad. Desde ese momento Solga no apareció más en las carreras del TC y su lugar pasó a ser una simple oficina de la calle Bogotá en el barrio de Caballito. Como en toda comisión las opiniones de que hacer con el ingeniero estaban divididas, y la margarita se deshojaba entre echarlo o aguantarlo hasta que decida irse. La segunda opción fue la que se llevó a cabo.
Los días fueron pasando, las carreras también, y el trabajo de Miraldi en la técnica se afianzaba con todo el apoyo de comisión directiva. “Es un hombre del TC y conoce muy bien la categoría”, respondían cada vez que se preguntaba si el oriundo de Marcos Paz iba a quedar como el sucesor.
Con el transcurrir del tiempo Solga comenzó a evaluar su retirada y empezó a dialogar con integrantes de la ACTC para arreglar la despedida. La misma llegó y lamentablemente no quedará en la memoria de todos como el hombre que trabajo mucho para el TC,de hecho lo hizo, sino como responsable de encontrar mal al auto de Martínez. Su oficina ya está vacía y con el se van los recuerdos y los secretos más profundos de lo sucedido.
Parte de la historia llegó al final y como ocurre en muchas oportunidades, el mensajero volvió a perder.