Turismo Carretera
Torino: la marca que pudo con Ford y Chevrolet
En esta época de festejos del Torino, 50° aniversario de la hazaña en Nürburgring, es bueno recordar como fueron sus primeros pasos en el automovilismo.
El Turismo de Carretera sufría tiempos de cambios. La aparición del "Chevitu" con Froilán González y Jorge Cupeiro hacían tambalear a las históricas cupecitas que nacieron con la categoría.
Los autos compactos le hacían frente a la tradición y hasta fueron resistidos por el público, que no aceptaba el progreso, y se aferraba a la historia.
Al recordado Chevi II se le sumó algún Ford Falcón, pero sin demasiado éxito.
Pero el cambio radical, y lo que provocó una auténtica revolución en la categoría más histórica y popular, se produjo en 1967 con la llegada de los Torino, preparados en Córdoba por Oreste Berta.
Así se conformó la famosa "CGT" del automovilismo, con Copello, Gradassi y Ternego, tres extraordinarios pilotos de la época.
En aquel 1967 las cupé Torino 380 w dominaron a voluntad el torneo. Ganaron en el debut en San Pedro de la mano de "Pirín" Gradassi.
El dominio del "Toro" fue implacable ganado la mayoría de las carreras.
Practicamente no había espacio para los rivales, tan solo Eduardo Casá , Oscar Cabalén y Ricardo Bonano, con Ford, y una etapa del Gran Premio que ganó Juan Manuel Bordeu con Chevrolet, pudieron ganarle.
Además del equipo oficial Ika, Luis Di Palma, "Larry", y José Manzano, también ganaron con Torino.
Eduardo Copello ganó 11 carreras en esa temporada comenzando por Mendoza, luego Villa Carlos Paz, General Pico, Rafaela, Mar del Pata, tres segiidas en Bs. As., San Juan. Tandil, y el Gran Premio Argentino, que recorría las ciudades de Olavarría, San Rafael (Mendoza), San Juan, San Luis, 9 de julio.
Copello fue ganador absoluto de aquel Gran Premio con 3.000 km de recorrido y a un asombroso promedio de 200 k/h, para coronarse Campeón de TC y darle el primer título a la marca.
Gloria para "El Maestro", para su preparador Oreste Berta y para el producto argentino, el Torino, cortando así una egemonía de títulos que hasta ese momento solo eran propiedad de Ford y Chevrolet.
Eduardo Copello quedó en la historia por ser el primer Campeón con Torino, auto elegido al poco tiempo para integrar la recordada Misión Argentina a Nürburgring.