Opinión
Verstappen, en una definición insulsa de la F1: "¿Es verdad que soy campeón?"
Sin emoción, se definió el campeonato de Fórmula 1; Verstappen se coronó en medio de la confusión por los puntos que repartía el GP de Japón.
Para muchos, y seguramente para las nuevas genraciones, la Fórmula 1 vivió la definición más emotiva, cuando en 2021 Max Verstappen doblegó a Lewis Hamilton en los últimos metros de un campeonato vibrante de la máxima categoría. Casi como si estuviese guionado para una serie de cualquier plataforma audiovisual. Para los más veteranos, la definición está en el podio junto con otras que también brillaron por la magnífica resolución.
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Pero los contrastes suelen ser impiadosos. Las comparaciones ponen blanco sobre negro y aquello que no cuenta con el brillo de su analogía, pierde casi por la totalidad del ostracismo. Y es el caso de la definición del ejercicio 2022 de la máxima categoría.
La incertidumbre es el mayor valor de cualquier contienda deportiva, ya que sostiene el interés y multiplica la atracción, tal como sucedió con Verstappen y Hamilton, que además en aquella ocasión era la lucha del joven, talentoso pero inexperto en definiciones, frente al entonces todopoderoso piloto de Mercedes, que mostraba un aura invencible.
Esta vez, todo lo contrario. La coronación de Verstappen era la manzana madura a punto de caer del árbol. Sólo era cuestión de mirarla fija para ver en qué momento le ganaba la Ley de la Gravedad.
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Daba lo mismo si obtenía el bicampeonato en Japón o en alguna de las cuatro fechas restantes que aún deben disputarse en la temporada actual: Estados Unidos, México, Brasil o Abu Dhabi.
Pero al margen de la superioridad desplegada por Red Bull y por el propio piloto, claron está, le caos vivido en el Gran Premio de Japón le quitó el poco atractivo que el certamen poseía.
Para muchos, la carrera no entregaba la totalidad de los puntos, debido a que había sufrido la suspensión al comienzo por una lluvia que parecía dejar sin espectáculo al público nipón, que volvía a recibir a la máxima categoría después de la pandemia.
Por otro lado, el puntaje total, ya que la carrera no se suspendía, sino que terminaba con la bandera a cuadros, por lo que la totalidad del puntaje se hacía efectivo.
Lo cierto es que las dudas invadieron a todos. Mientras Johnny Herbert, el ex compañero de Norberto Fontana en Sauber allá por 1997, era el entrevistador oficial y proclamaba a Verstappen como nuevo monarca de la Fórmula 1, en las redes sociales la cuenta oficial de la F1 no hacía alusión a la definición.
De hecho, las agencias de noticias informaban que el campeonato llegaba a Austin, Estados Unidos, con el certamen abierto aún. Verstappen miraba hacia todos lados, ya que le llegaban las distintas informaciones, mientras los festejos era más que tibios aún.
"¿Es verdad que soy el campeón?", preguntaba aún incrédulo Verstappen, mientras se sentaba en una suerte de trono en la sala previa al podio.
Finalmente, Versyappen se consagró campeón de la Fórmula 1 por segundo año seguido. Un título que tenía final anunciado. Al margen de la trsite definición, lo más importante del día fue la peligrosa situación que vivió Pierre Gasly, que estuvo "a dos metros de morir", como el mismo piloto confesó, al transitar muy cerca de una grúa que estaba accionando en la pista con la Ferrari despistada de Carlos Sainz. Justo en Japón, a 8 años de la muerte de Jules Bianchi, por impactar contra una grúa.
El contraste de un año a otro en las definiciones de la Fórmula 1. De la gran emoción a la más triste de las definiciones. Y el error que se repite y juega con la tragedia, que pese a las evoluciones tecnológicas, las fallas humaas persisten.