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Escándalo: automotrices alemanas habrían experimentado con seres humanos
Las principales compañías automotrices están en la mira por haber financiado experimentos con humanos, en los que se los hizo inhalar gases emitidos por motores diésel.
Las automotrices alemanas están bajo sospecha luego de una denuncia por haber financiado experimentos en los que se hizo inhalar gases emitidos por motores diésel a monos y a seres humanos. Todo esto se hizo con el propósito de determinar los efectos que estos tienen sobre el sistema respiratorio y sobre la circulación sanguínea.
Las investigaciones habrían sido encargadas por la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el Transporte (EUGT, por sus siglas en alemán), entidad fundada por los consorcios automovilísticos VW, Daimler y BMW. Según los periódicos alemanes "Stuttgarter Zeitung" y "Süddeutsche Zeitung", la Asociación Europea de Investigación para el Medio Ambiente y la Salud en el Sector del Transporte (EUGT), un centro financiado por estas tres automotrices, hizo ensayos con 25 personas sanas.
Durante varias horas, tuvieron que inhalar distintas concentraciones de dióxido de nitrógeno, que provoca la irritación en las vías respiratorias y que procede principalmente de los tubos de escape de los autos.
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Los experimentos se realizaron en 2014 y 2015 y un directivo de VW habría llevado personalmente un VW Beatle al laboratorio. Las emisiones del auto fueron conducidas a una pequeña habitación donde se habían encerrado diez monos.
Las compañías salieron a desmentir su vinculación con estos polémicos estudios. “Tomamos claramente nuestra distancia con esta prueba y con el EUGT. Estamos consternados por la magnitud de los estudios y por que hayan sido llevados a cabo”, aseguró un vocero de Daimler a la agencia AFP y precisó que su filial Mercedes-Benz “condena de forma enérgica este tipo de experimentos”.
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“Esos experimentos no tienen ninguna justificación ética ni científica y obliga a formular preguntas críticas a todos los responsables”, dijo el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert. “Lo que tienen que hacer los fabricantes de automóviles con las emisiones es reducirlas y no pretender demostrar que no son dañinas con ayuda de experimentos con monos y hasta con seres humanos”, agregó.
