La Otra Mirada
La Otra Mirada: Sierra, la revolución del viento
Fue un vehículo disruptivo, que transformó el mercado; a 40 años de su lanzamiento, el Ford Sierra, en La Otra Mirada
Disruptivo, tecnológico, fue un vehículo revolucionario para la época. Marcaba un cambio de paradigma dentro del mundo automotor. Era la revolución del viento. Por concepto aerodinámico y por la marca de una tendencia. A 40 años de su nacimiento, conoceremos la historia del Ford Sierra.
Nació para revolucionar al mercado. Su aparición fue obligada par reemplazar a un modelo exitoso: el Taunus. Pero esta vez Ford fue más allá y se animó a sacar a la venta un vehículo sin baúl, estilo coupé, que desafiaba a los cálculos aerodinámicos de los años 80.
Y así pasó a convertirse en uno de los más deseados. Era diferente, rompía con el molde impuesto hasta el momento. El aura deportivo estaba conjugado con la tecnología que proveía de novedosas incursiones de confort, seguridad y deportividad.
En 1981 se diseñó el prototipo Probe III, presentado en el Salón de Paris, lugar ideal para conocer la reacción del público y de la prensa especializada.
Más allá de lo que se veía, la marca americana guardaba un secreto: por primera vez un auto era desarrollado en túneles de viento y se basaba en la economía de combustible y una amplia área vidriada. Sus líneas redondeadas favorecían al gran objetivo: un coeficiente aerodinámico de excelencia. Así, se promocionó el 0,32 (con la versión XR4i) el más bajo para su clase, y de 0,34 para el sedán.
En poco tiempo el Sierra llegó a la Argentina. Con una inversión de u$s80 millones de dólares, el mercado nacional fue el primero, fuera del Viejo Continente, en contar con la gama Sierra.
En General Pacheco se desarrollaba un modelo que apenas 22 meses antes había sido lanzado en Europa. Un cambio histórico, teniendo en cuenta la producción automotriz nacional de la época.
En 1984 se presentó el novedoso modelo, con la incorporación de la XR4 y un año después, la versión GXL de 5 puertas. Luego apareció la versión con el alerón negro, que lo diferenciaba del clásico Ghía.
Mientras tanto, en Europa, en julio de 1986 se lanzó la más deportiva, el Ford Sierra RS Cosworth, con 204 CV, la cual estaba construida en la carrocería de tres puertas y enormes ventanas laterales.
En la Argentina, la versión 75 aniversario, hacia fines de 1988, le otorgó el toque de distinción, con el modelo exclusivo blanco, con interior de tapizados de cuero negro y el alerón simple con luz de stop.
Pero todo tiene un final. Y en 1991, Autolatina (la fusión de entonces entre Ford y Volkswagen) discontinuó los modelos GL, Ghia, Ghia S y XR4, para comercializar únicamente dos modelos, el LX (modelo base) y el Ghía SX y sus motores 2,3.
Y en febrero de 1993, Ford dejó de fabrica la Sierra en Europa, para dar paso a otro modelo exitoso: el Mondeo.
En Argentina, en julio de 1993, y después de 9 años de comercialización, la gama Sierra se discontinuó definitivamente, habiéndose producido 72.024 unidades. Y en el mundo se fabricaron 2.700.000 vehículos.
Ford Sierra. Un auto disruptivo, que cambió el paradigma y se lanzó al futuro, con la revolución en los mercados, y también con el viento.