Turismo Carretera
Oscar Aventín rompió el silencio
Y un día Oscar Aventín volvió a un autódromo. Y un día, después de cuatro años, Oscar Aventín volvió a ponerse frente a un micrófono y habló sobre el pasado y el presente del TC, sobre los 80 años de la categoría y de todos los temas que tienen que ver con lo que vivió como dirigente.
El lugar fue en el autódromo de la ciudad de Junín donde fue a ver la prueba de su hijo Diego que se prepara para volver a correr, en este caso en Top Race. Allí fue recibido por la gente del Auto Moto Club y compartió un ágape con Alejandro Urtubey que en más de una oportunidad mantuvo diferencias. El salón del primer piso de la torre de control del Eusebio Marcilla se convirtió en una especie de restaurante y todos compartieron un almuerzo. Al hombre de Morón se lo notó bien. Más flaco de lo habitual pero con el mismo tono de vos y con las mismas convicciones. Almorzó canelones, disfrutó de una copa de vino e intercambió opiniones con todos los presentes. Manifestó que ya cumplió un ciclo, que vio pocas carreras de TC, que no extraña, que el TC está por encima de todo y que siente teceista de sangre. No estará en los festejos de los 80 años porque no estará en Buenos Aires pero además porque no lo invitaron. Acá todo lo que comenta:
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La tarde juninense se presentó muy fría y en algunos momentos con llovizna. Pese a las condiciones, Aventín siguió atentamente la prueba de Diego y se asesoró hasta el mínimo detalle. Junto a Urtubey caminó la calle de boxes y fue saludado por los que se hicieron presentes en el autódromo. Junto a los directivos del Auto Moto se sacaron fotos en la zona donde están las placas, en una está su nombre, y se quedó hasta e final de la actividad. A la hora de ser consultado si le gustaría hacer algo, fue claro. “Lo mió ya está” Acá la segunda parte de la entrevista.
