Turismo Carretera
¿Quién ganó la primera carrera del TC?
La primera carrera del Turismo Carretera fue un evento pionero que sentó las bases de una de las categorías más populares y apasionantes del automovilismo argentino.
El año 1937 marcó un antes y un después en el automovilismo nacional con la realización del primer Gran Premio Argentino de Turismo Carretera. En una competencia que exigía no solo habilidad al volante, sino también una gran dosis de valentía y resistencia, Ángel Lo Valvo, bajo el seudónimo de "Hipómenes", logró un hito histórico al cruzar en primer lugar la línea de meta a bordo de un Ford.
La carrera se desarrolló a lo largo de un extenso recorrido que atravesaba diversas provincias argentinas. Los caminos, en su mayoría de tierra y ripio, presentaban condiciones muy variables, lo que exigía una gran adaptación por parte de los competidores. Los pilotos debían lidiar con caminos en mal estado, baches, piedras y otros obstáculos naturales, poniendo a prueba tanto su habilidad como la resistencia de sus vehículos.
Los autos que participaron en esta primera edición eran modelos de serie, principalmente Ford y Chevrolet, que fueron adaptados para la competición. Talleres artesanales y mecánicos apasionados trabajaron arduamente para transformar estos vehículos en verdaderas máquinas de carrera. Se realizaron modificaciones en la suspensión, los frenos, los motores y la aerodinámica, con el objetivo de mejorar el rendimiento en las difíciles condiciones del recorrido.
Además de Ángel Lo Valvo, otros valientes corredores se lanzaron a la aventura, demostrando una pasión inigualable por el automovilismo. Entre ellos se destacaban figuras como Ernesto Blanco, Julio Pérez, Eduardo Pedrazzini, Tadeo Taddía, Héctor Suppici Sedes, Rodrigo Daly y el chileno Lorenzo Varoli. Estos pioneros, junto a muchos otros, sentaron las bases del Turismo Carretera y se convirtieron en leyendas de este deporte.
El triunfo de Ángel Lo Valvo fue mucho más que una simple victoria deportiva. Representó el nacimiento de una leyenda y el inicio de una pasión que uniría a millones de argentinos. Su nombre quedó grabado para siempre en la historia del Turismo Carretera, inspirando a generaciones de pilotos y convirtiéndose en un símbolo del automovilismo nacional.
