Turismo Carretera
El "7 de oro" el auto récord que mereció ser Campeón
Transcurría el año 1976 y en el Turismo Carretera se daba una situación que por muchas razones iba a quedar en la historia del automvilímo nacional.
Roberto Mouras ganaba seis carreras consecutivas, una seguidilla de éxitos impresionante, con el Chevrolet morizado por Omar Wilke y Jorge Pedersoli, ostentando un récord inalterable que ya tiene 44 años dentro del TC.
Con seis victorias en una temporada parece una utopía que no fuera el Campeón, sin embargo el destino, las decisiones de la categoría, y la suerte, lo dejaron sin el título que merecía holgadamente.
La leyenda del "7 de oro", como se lo bautizó rápidamente al Chivo de Mouras, curiosamente con ese apodo ganó solo tres de las seis victorias conseguidas.
Apoyado por la Comisión de Concesionarios de General Motors, Mouras y sus experimentados preparadores, encararon la temporada con un auto nuevo y con la gran esperanza de ser protagonistas, debido al gran potencial del auto, y con la firme intención de cortar la hegemonía de los Ford que dominaban a voluntad por aquel entonces.
La victoria llegó luego de un buen arranque en la tercera fecha , en mayo del 76 en Bahía Blanca pero con la coupé Chevy pintada de rojo, tal cual estaba su antecesora de 1975.
Nadie pensaba que allí, en la puerta y puerto del sur argentino, comenzaría a escribirse la historia.
Siguieron los éxitos, ganado las dos fechas siguientes, en el mes de junio y julio, el la "Vuelta de Las Flores" en el semipermanete de San Miguel del Monte y en Olavarría.
En medio de esta racha ganadora, el ingeniero Ricardo Joseph, responsable del Deptartamento Deportivo y Desarrollo de GM, logró un importante acuerdo publicitario con la destilería Hirian Waker, promocionando el wisky Old Smuggler, por lo cual Mouras dejó su preferido color rojo y el auto pasó a ser totalmente dorado.
El ingenio popualar rápidamente llevó a bautizar el auto dorado, con el n° 7 en sus puertas, como "7 de oro".
Ya con estos colores Mouras siguió de racha y ganó las tres carreras siguientes, Laboulaye (Córdoba), Monte y Olavarría.
La victoria en Monte se dio luego de que el ganador en pista Jorge Cupeiro fuera excluído por anomalías técnicas en su Dodge tricolor preparado por Tato Ferrea. Clasificador que tardó días en resolverse por la apelación de Cupeiro que finalmente no prosperó.
Así y todo el "Toro" de Carlos Casáres no pudo ser Campeón quedando como escolta en el campeonato.
En esa temporada se produjo una tragedia en la carrera de Pergamino que dejó un saldo de 13 muertos por lo que derivó en la suspensión de las comptetencias en ruta, por lo cual las últimas tres competencias del torneo, se corrieron en el autódromo de Bs. As., escenario donde los Ford oficiales, preparados por el polaco Herceg, se sentían más a gusto que en los semipermanentes, dónde hacía la diferencia el Chevrolet.
Allí "Pirín Gradassi", ayudado por su compañero Juan María Traverso, ganó dos de las tres finales, la restante fue para el Flaco, y Mouras a pesar de que contaba con la ayuda de Carlos Marincovich, se complicó con un neumático restándole puntos valiosos que le hubiesen dado el título al famoso "7 de oro".
El auto siguió su camino dejando una huella imborrable en los hinchas de Chevrolet con una admiración y un recuerdo en todos los amantes de los fierros.
El Chevrolet dorado siguió corriendo pero ya sin esa contundencia del récord y se despidió en 1978, justamente cuando General Motors cerró su fábrica de San Martín.
Ese auto fue adquirido por el piloto de Necochea Juan Alberto Occhionero.
Mouras fue en 1983, 84 y 85, tricampeón de TC pero con Dodge, nunca pudo lograrlo con la marca de sus amores, sin embargo es el piloto con más victorias en la categoría y el que todavía tiene una marca imborrable con seis triunfos al hilo.
El "7 de oro" sin dudas fue un auto con nombre propio.
